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10 diciembre 2009

Había una vez...




Princesa presa,
caballero que avista
trenza de cuento.

Haiku: Ivanius
Imagen tomada en Barcelona, España. (2009)
©diariodelapelusa.blogspot.com/2009

20 comentarios:

jess dijo...

Qué mujer no creció entre castillos, príncipes, dragones y finales felices.....

Habemos muchas que trasladamos los cuentos de hadas a la realidad.... y qué mejor muestra que en una adorable impresión con una pizca de nostalgia.
:)

Un abrazo linda!

MauVenom dijo...

Siendo tan adverso en sueños y gustos

radical en las experiencias y siempre hambriento de visiones cambiavidas

deshecho las princesas, los héroes, los lujosos eventos

y me quedo, por mucho, con los santos y dragones, mis favoritos destructores.

Es tu turno de poner a soñar a todos, Pelusa.

Besotes.

QUANTUM dijo...

...en un lejano lugar, en un tiempo indeterminado y en un clima impredecible; un castillo multicolor en donde todos los pisos de los niveles del mismo, eran de cristal. La fragilidad de los pisos era tal, que si uno rompía la jerarquía de cristal se vendría abajo quedando así un desastre total, pero al mismo tiempo tan fuertes que soportarían el peso del mismo castillo. El material con el que fueron hechos era extraído de diferentes mundos; ese era trabajo de unos Trolls que gruñían y que vestían unos simpáticos chalecos formados por agradables pelusas coloridas y que portaban pantuflas afelpadas. Los encargados de la aleación del material eran duendes que gustaban de usar gorros de dormir y pijamas que producían mucha electricidad estática que después usaban para jugar dándose toques o manipulando mencionada energía para hacer figuras fantásticas en el aire; algo que cuidaban mucho, era su barba, pues era mágica y ellos estaban hechos de magia sin ella morían; el proceso de dicha aleación daba como resultado un cuarzo muy peculiar. La ingeniería y arquitectura del castillo estaban a cargo de los elfos; de mirada seria que sin embargo cuando terminaban en conjunto un proyecto, sonreían y en los rincones de la fortificación se oía el dulce sonido de campanas de durazno; estos elfos, quienes construyeron también en las puntas de las torres del castillo, finos pararrayos; que a su vez, en las maravillosas tormentas eléctricas, recibían intensas descargas que recorrían complejos conductos en forma de caracol que procesaba la energía dando a parar a los grandes y lujosos bloques de cristal. Del suelo de cada planta del castillo se destilaban nebulosas de múltiples colores que poco a poco daría forma a músicos con bellos instrumentos, así como dando forma a lindas y nobles bailarinas con porte de cisne que en cada paso el movimiento era tan delicado, tan preciso que no podría haber daño para el piso. Pero seguían expresándose cosas de dicha nebulosa, también se manifestaría una mesa en forma de romboide asimétrico, la cual sería servida por los más riquísimos platillos preparados por el sazón de los extraordinarios chefs del castillo; todo un agradable escenario de diversos que eran posibles de manifestarse, para los que eran capaces de llegar triunfantes al majestuoso castillo.

Pero, ¡¿Para que un piso de cristal y qué misterio encerraba el mismo?! y además ¡¿Qué había en los alrededores de ese lugar?!...


Pelusa, buenos días !!

Debo confesar que ya sentía ganas de escuchar en alguna parte el título de tu post. Me he divertido mucho creando el inicio de este cuento, ha sido mi primera vez y me ha encantado; pero gracias a ti, Pelusa, que me has invitado a imaginar, algo que agradezco mucho. Ya sentía ganas y que lindas ganas.

Alguien pregunta -¡¿Sabes por qué existen los cuentos de hadas?!- Y cruelmente la contestación es -¡Porque nadie quiere aceptar la realidad!-

Si bien, a la realidad(¿Qué es realidad?!) como tal hay que expresarle un gran respeto, de vez en cuando me permito soñar con castillos.

Pelusa, disfrute el día.

Jo dijo...

Pelusa esto está de ensueño y penar que unos solo se remiten a los cuentos o a la ilusión solo en disneylandiaaa???

Todo Asturias, Andalucia o Aragón plagado es como ir de cazeria no de dragones sino de castillos


besos

marichuy dijo...

Pelusita

Si -merced a tu foto- de proyectarse se trata, a los castillos de mi imaginación, los prefiero poblados de mosqueteros y Miladys tan malvadas como seductoras. Las princesas buenas y sufridas, nunca han sido mi hit.

Besos rebeldes

antonio dijo...

yo CREIA QUE LAS PRINCESAS DEJARON LAS TRENZAS, PARAPRESENTAR TELEDIARIOS.
saludos.

Anónimo dijo...

upss! a mi si me gustan los cuentos de hadas sufridas...

besos
=D

Pelusa dijo...

Hola Jess:

A partir de tu comentario, se me ocurre otro titulo para esta foto: “Retorno” (como un “volver a casa” ... ¿no?)

Besos!

Pelusa dijo...

Mi Mau:

Pues yo si soy de las de princesas y castillos… y mucho mejor si andan los dragones cerca! (No podria renegar de ellos ni aunque quisiera.) Entonces es cuando se pone bueno el cuento…
No mas espero ver, como hasta ahora, los resultados de tus sueños por aca!

Un abrazo!

Pelusa dijo...

Buenos Dias, Quantum:

Una reaccion asi –el que te hayas sentado a escribir tu primer cuento- es mas de lo que pude esperar conseguir alguna vez con esta foto. Y que, ademas, hayas decidido compartirlo con nosotros es todo un honor. Muchas gracias!
Si lo terminas, me encantaria saber el final… me quede intrigada!

Pelusa dijo...

Jo:

Aun me queda mucho por ver en estas tierras, y leyendo tu comentario se me acrecientan los deseos de salir de “caceria” ahora mismo.
¿Aragon dices? Cierro los ojos y vibro con sueños ajenos:

“Para Aragon, en España,
tengo yo en mi corazon,
un lugar todo Aragon,
franco, fiero, fiel, sin saña”

Ya ire, ya ire. Y cuando vaya te contare!

Besos

Pelusa dijo...

Marichuy:

Nunca he estado en un castillo que haya pasado por varias epocas y haya contenido varias historias, pero me imagino que –de haber uno asi- no podria sentirme entre esas paredes sin dejarme atacar –a gusto- por los espiritus tanto de princesas sufridas como de miladys seductoras… Tanto unas como otras historias han de ser fascinantes, ¿no crees?

Besos!

Pelusa dijo...

Antonio:

Y yo no dudo que hay muchas presentadoras de telediarios que sueñan con las trenzas principezcas… Sobre todo teniendo un referente tan cercano…

Gracias por tu comentario!

Pelusa dijo...

Ana:

En eso estamos completamente de acuerdo. Princesas, donde las haya, y si son glamourosas… mejor que mejor!

Saludos

Ivanius dijo...

Tardísimo, pero llegué. Con esta foto recuerdo los castillos que todo niño contempla, siempre a medias, rodeados de árboles, hiedra, espinas y tesoros insospechados. Como el pestañeo atento que los captura, sin que estén allí, para evocarlos. Gracias.

Pelusa dijo...

Gracias a ti, querido Ivanius, por el mejor de los complementos para esta foto: un sueño!

Anónimo dijo...

aah.. que cosa mas bella!!!!!

sabes, cuando no enfocas el objetivo principal y pones como en este caso una parte de el, asi como invitando a la imaginacion yo hago volar mi mente y me imagino con esas formas como si por dentro fuera un lugar de caramelo y lleno de brillos cristalinos por el dulce.
=0)

seguro es un lugar increible... habra que verlo.


saludos nena!

Pelusa dijo...

Pues me alegro que te gustara la foto, Sonia.
Hacerlos soñar: ese era mi objetivo! Y es bueno ver que lo logré.

El sitio está en pleno centro de Barcelona. Por Ave. Diagonal muy cerca del Paseo de Gracia... Cuando quieras!

Besos

Paloma Zubieta López dijo...

Desde que la ví, no he parado de oir en mi cabeza: "Rapunzel, Rapunzel, suéltate el pelo"... Hermoso eco de infancia que llega hasta lo más hondo porque sigo soñando con castillos y dragones... Bellísima foto, por la tranquilidad, tanto como el haiku que acompaña. Besos para ambos artistas con mucho cariño...

PD. También me quedé intrigada con el final del cuento de Quantum...

Pelusa dijo...

Rapunzel? Uff! Esto de las diferencias de educación siempre me la está jugando... Yo no conocí ninguna Rapunzel. De hecho añun no sé quién es... Pero en lo de los castillos y los dragones estamos completamente de acuerdo! Te cuento un secreto: Tomé la foto porque tengo cierta fascinación con los edificios por estos lares, porque las torres me encantan y porque estas me parecieron increíbles... Pero solo fue cuando vi la foto en el ordenador que me di cuenta de todos los sueños que había condensados en ella.
Si eso no es magia...
Besos, mi Palomita! Se te extrañaba mucho!