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30 mayo 2013

Entredichos.




Por Aparicio.



para Citlallic Rosales Diaz.

Sabías que los camiones
tienen tortugas para frenar,
arañas para que giren sus llantas
y mariposas para sostenerlas.
Sabías que los patos hacen el amor
bajo el agua
y que existe el pez mariposa.
¿Lo puedes imaginar?
Tortugas deteniendo la aceleración
de un camión
y arañas mareadas de  tanto girar.

¿Puedes ver las mariposas
sosteniendo con sus lenguas
la circunferencia radial?
¿Sabías que el sueño de una bruja
no es volar?








23 mayo 2013

VOLCÁN


Las hormigas no duermen sobre la ceniza
y el cielo es apenas una adivinanza de vapor 
bajo la mañana sin colores.

Un borrón humea la altura
a confundirse de nube 
y despintar la caligrafía de los pájaros .

De noche asoma su lenguaje de fuego
como fatuo 
como en tímido asomo 
esfumando de rojo su altura en el roce del cielo.  

Ruge
y se silencia todo
no tiembla la mariposa
la paloma se acomodan entre ramas
y se estremece el campo 
hasta la planta de los pies de las mujeres
que brotan al día en el telar de sus reserva.

Asoman los hombres la mirada
los perros aliñan su aullido en la mudez 
y los ancianos sienten el idioma del seno de la tierra.

Rumor de acento de siglos en la cima del mundo 
que regresará en sangre la memoria  
sangre como pira 
donde los dioses incineraron piel y huesos 
para que la noche se haga movimiento
y la vida se haga vida.

(c) Lumpenpoeta.
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17 mayo 2013

Ala nube


por Ivanius

A veces miro a una niña junto a mis sueños de mar. Corretea por la arena y se distrae con cosas que siempre la sorprenden: una gaviota, un pequeño cangrejo...

El otro día pasó frente a mí con una concha de caracol en las manos, y se dejó sacudir por la brisa para eliminar la arena alrededor de su nariz. Detrás de mi libreta, sé que ella no podía verme, demasiado ocupada con su propia alegría.

Después de abrir los ojos, los vuelvo a cerrar para darme cuenta de que sólo hay un telón negro. La película llena de farsas y deseos, gozos y figuraciones, ha desaparecido. Parpadeo. Advierto un tictac y una tibieza ajena.

No sé si el brillo lo encuentro en el fondo de mi ojo, ese que por deforme tuvo que ser reparado con un bisturí. Quizás por eso, cuando me contemplo, sea sólo para perseguir el rastro de cualidades y defectos, hacer un pase mágico sobre ellos y ¡vualá! A seguir mirando. Hacia afuera a veces, a veces hacia adentro.

Poco a poco, descubro que quizás me hace falta algo de vanidad. Pero, también, tal vez me conozco. O eso intento.

Enmedio de los dos hay agua. Y ya no sé si es la lluvia, el sudor u otro testigo de que estamos juntos. Lo bueno --dice él-- es que así, inseparables, puedo esperar, mientras tu cercanía me arrope.

Ella sonríe. Lo demás no requiere palabras.

Este no es un sueño. Este no es un sueño. Este no es un sueño.
No me importa. He despertado entre carcajadas.

Como yo no soy pintor, no logré dibujarla. Por eso intenté estas líneas, disfrazadas en el cuaderno que sostienen mis manos de citadino atrapado por la nostalgia del mar y de la playa.

Hoy me empeñaré en conservar esa sonrisa.

"Ala nube", relato de Ivanius (fragmento). Texto: © Chanchopensante.com Imagen: Porträt der Jeanne Hébuterne, Amadeo Modigliani (1884-1920), en Wikimedia Commons.

13 mayo 2013

Destino / Rosario Castellanos











Matamos lo que amamos. Lo demás

no ha estado vivo nunca.

Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere

un olvido, una ausencia, a veces menos.

Matamos lo que amamos. ¡Que cese esta asfixia

de respirar con un pulmón ajeno!

El aire no es bastante

para los dos. Y no basta la tierra

para los cuerpos juntos

y la ración de la esperanza es poca

y el dolor no se puede compartir.



El hombre es anima de soledades,

ciervo con una flecha en el ijar

que huye y se desangra.



Ah, pero el odio, su fijeza insomne

de pupilas de vidrio; su actitud

que es a la vez reposo y amenaza.



El ciervo va a beber y en el agua aparece

el reflejo del tigre.



El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve

-antes que lo devoren- (cómplice, fascinado)

igual a su enemigo.



Damos la vida sólo a lo que odiamos





Texto del sito Poemas del Alma

Imagen tomada de Internet

04 mayo 2013

Cielo


                                                                                                                            FOTO: VERÓNICA BETANCOURT




   CIELO



Has llegado, con la esperanza de tu muerte
Te clavas en estos huesos con el placer
De aquel que sabe que nada perderá

Cada día en el ocaso
Bañado de sudores y dolor de tendones
Tomas estas caderas como última morada

                                             
Muerdes y aferras mis carnes
Bramas en mis oídos
Se está acabando el tiempo

Revolcamos esta ilusión
En las verdes sabanas, esas que absorben
Los jugos de nuestros espasmos

Dejar el alma detenida en los pulmones   
Y así  se vierte la espuma blanca
 De nuestras piernas


 Es cuando tu mirada se avejenta
Se resbala en mis labios
Y no puedo detenerla, se te va la vida.

                                                              
                                                            - te adoro, mi cielo-
                       

02 mayo 2013

CLXX.

por: Aparicio.



Pienso en los  niños quemados
que son como tu vestido negro
que hacía verte deforme
(Esa no eras tú)
era algo aparente
algo indiscreto
que me hacía  mirar tus piernas.

Pienso en ti
en tu cara turbia
escuchando mi poesía.

Pienso en los niños quemados
mientras recuerdo las veces
que salimos a orinar.

Tú eres como los niños quemados,
me das ternura.