Pienso en los
niños quemados
que son como tu vestido negro
que hacía verte deforme
(Esa no
eras tú)
era algo aparente
algo indiscreto
que me hacía
mirar tus piernas.
Pienso en ti
en tu cara turbia
escuchando mi poesía.
Pienso en los niños quemados
mientras recuerdo las veces
que salimos a orinar.
Tú eres como los niños quemados,
me das ternura.
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