FOTO: VERÓNICA BETANCOURT
CIELO
Has llegado, con la esperanza de tu muerte
Te clavas en estos huesos con el placer
De aquel que sabe que nada perderá
Cada día en el ocaso
Bañado de sudores y dolor de tendones
Tomas estas caderas como última morada
Muerdes y aferras mis carnes
Bramas en mis oídos
Se está acabando el tiempo
Revolcamos esta ilusión
En las verdes sabanas, esas que absorben
Los jugos de nuestros espasmos
Dejar el alma detenida en los pulmones
Y así se vierte la
espuma blanca
De nuestras piernas
Es cuando tu mirada
se avejenta
Se resbala en mis labios
Y no puedo detenerla, se te va la vida.
- te adoro, mi cielo-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario