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Carlos Pellicer por Diego Rivera 1942 |
Quedó en mi memoria aquel día en que por destino
escuché en la voz de una amiga: ‘encima
de mi pecho, un pequeño letrero que decía: ‘...cerrado por demolición’ / Y aquí me
tiene usted pintando las paredes, abriendo las ventanas’, palabras
líquidas que me invadieron y salté para interrumpir el espontáneo
recital con el propósito de preguntar de dónde había salido aquello. Ahí y no antes, supe que en un descuido cierta poesía podría transformar mi estado, peor aún, disolver el cromo que me cubre invulnerable.
Tiempo después, aquella misma persona me mostró
que en su casa, colgando de una pared, había una reproducción de aquel poema
firmada por el autor. Fue intenso.
El viento barre con todo y de esa amistad no
queda nada, de aquellos días menos pero de la poesía y del bautismo que fue
para mí la obra de Carlos Pellicer hay un surco grabado a fondo. En
agradecimiento al autor, a la circunstancia y con esperanza de que alguien más
toque fondo es que reproduzco esto.
En este asunto del
amor...
En este asunto del
amor, que a veces,
uno quisiera que no acabara nunca de empezar, parece que alguien dice: “¿Dios es eternamente joven?” Es tanta la alegría, que uno ignora catástrofes y duelos. Usted dice que sí a toda la enorme y tan humana tontería. Sólo hay un pensamiento, sólo una idea sola que es multitud, y uno quisiera leerlo todo con los ojos cerrados y no tener noticias de uno mismo, ni recuerdos de nada ni de nadie; un ágape de luces a través de las horas inmortales. Yo había puesto encima de mi pecho, un pequeño letrero que decía: “Cerrado por demolición”. Y aquí me tiene usted pintando las paredes, abriendo las ventanas, adornando la mesa con la flor amarilla con que paga el otoño sus encantos. Nadie te dijo, amor, que yo existía. El amor es silvestre, uno lo encuentra en todas partes; en los días sin cielo, en las tierras sin flores, lo mismo en la mañana que en la tarde. |
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del titular.
Tuve la suerte de encontrar este poema que amo en
el sitio Palabra Virtual, voz y video en la poesía iberoamericana.
Aquí además, un audio en el cual la actriz Pilar Pellicer (sobrina del autor), recita este poema.
Aquí además, un audio en el cual la actriz Pilar Pellicer (sobrina del autor), recita este poema.
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