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01 julio 2013

Rumieta y Juleo



De un brinco trepó a lo más alto del ramaje, de aquél barandal
se sostuvo majestuoso manteniendo el equilibrio.
Se liberó del antifaz y también de la desidia

Se acomodó junto en una de las sillas con firmeza y prefirió ver pasar el mundo
con sus narices juntas, mientras que con una lamida le hizo entender que era ella  a quien quería.

6 comentarios:

Karol Arcique dijo...

Las acciones...hermoso!

la MaLquEridA dijo...

¡Oh esas lamidas!

Hasta en el último rincón dijo...

Qué bellos!!!
Lamidas que hablan por sí solas!

inma ortiz dijo...

Me encantan los animales y los gatos son súper especiales. Yo tengo uno, se llama Bicho, un día te lo enseño y te ronroneará. Gracias preciosa.

Ivanius dijo...

Jo: ¿pos dónde andaba, oiga? Ya se le juntaron un montón de turnos...

¿O de perros y gatos?

;)

Sonix dijo...

me causan conflicto esas imagenes... la verdad es que les doy el merito a los perros de que sucedan, porque de lo contrario... no, es que no!. la naturaleza felina no lo permitiria.

Saludos!