Por Canalla
Buenas tardes tenga
usted y usted disculpe,
pero no he podido
evadirla más
y debí acompañarla
hasta usted.
De la misma manera,
no logré desatender
mi obligación de presentarla,
de tratar de hacerle
entender,
de que no la incomode.
Bueno: también de que usted
tan sólo conozca,
si tan sólo eso quisiera,
a esta siempre inoportuna
y vieja verdad.
Se trata,
no de una verdad
rotunda,
ni de una verdad
irrebatible... ¡vaya!:
ni siquiera
de una verdad
profunda.
Es, en realidad,
sólo esta casi
insignificante verdad
que ve usted aquí
a mi lado.
Ésta que de tanto exponerse
a la intemperie
ha terminado por estar
muy desteñida, pálida,
digamos que traslúcida,
como si perdiera
-¿no le parece a usted?-
parte de su apariencia,
de su personalidad
si me permite la expresión
aunque, en realidad,
no hablamos
de un sujeto...
más bien de un
predicado.
Pues sí: en realidad
es una verdad muy modesta,
muy pequeña, casi
podríamos decir que
prescindible.
Pero fíjese usted ...
le voy a contar algo,
sólo porque usted
ha querido prestarme
más atención de la que
de costumbre se ha
merecido esta pobre ...
... pues de casi todos,
casi todos creen
que esta verdad
es mentira,
que no es cierta
pero,
irónicamente y
contra todo pronóstico,
de una manera un tanto
insolente y, digamos,
poética,
ésta verdad se ha negado
rotundamente a
morir y,
aunque convengamos pues
en que justamente por ello
ha perdido parte
de su naturaleza,
de su humanidad...
...sólo hay una cosa
en la que de manera
perra y radical
se ha resistido,
-¿sabe usted?-:
no ha dejado
de ser una
verdad.
-oooOooo-
5 comentarios:
Las rosas dijeron ¡viva!, hoy es día de culpa
y nosotras somos rojas como la sangre.
Las rosas dijeron ¡viva!, hoy es miércoles
nosotras florecimos donde los soldados,
y los amantes cayeron,
y donde la víbora devora la palabra.
Las rosas dijeron ¡viva!, la oscuridad se acerca
de golpe, cómo luces que se apagan,
el sol abandona continentes oscuros
y caminos de piedras.
Las rosas dijeron ¡viva!, cañones y agujas,
pájaros, abejas, bombarderos, hoy es viernes
una mano se asoma sosteniendo una
medalla
una polilla pasa, a media milla por hora,
¡viva! ¡viva!
¡viva! exclaman las rosas
en nuestros tallos se tambalean imperios enteros,
el sol mueve la boca:
¡viva! ¡viva! ¡viva!
y por todo eso te gustamos.
-Charles Bukowski-
Estupendos los versos que nos has dejado. Un placer haberme pasado de nuevo por tu casa.
Saludos y un abrazo.
hola Sonia,
tengo que admitir que es fuera de lo normal, pero el poema está estupendo.
un abrazo^^
Me gusta este sitio, es uno de los pocos donde puedes disfrutar de poemas bien resueltos, no como otros espacios sobre los que hice con cierta ironía una reflexión...
http://superehore.blogspot.com/2011/02/poema.html
Así como ves he venido a leerte cuatro veces con ésta...
me voy rumiando tus palabras e inventando las mías propías y dándome cuenta que hace mucho que no escribo de alguien y menos para alguien
al final, como siempre en mi dispersa mente de lector esquizofrénico a la única conclusión sólida que llego es que es una de las cosas que más me han gustado de todo lo que te he leído.
Abrazo
Y te lo digo de una vez o me vuelvo a ir y nada.
... Y el texto me recuerda a otro pero no logro dar cuál.
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