Por Pelusa
Alguien me dijo una vez que la arquitectura ejercía una fuerte influencia sobre mí. No le creí. No pude creerle hasta que llegué a esta ciudad; hasta que cada piedra me confirmó que el tiempo es algo real, algo vivo, que no está delante ni detrás, sino agazapado en su transversalidad con su mirada clavada en nuestras nucas.
Imágenes tomadas en Barcelona, España (2009-10)
8 comentarios:
Mira!!!
Apoco no pareciera que están sumidas en un sueño profundo del cual habrán de despertar algún día.
Es algo curioso, la piedra le da a los ojos la posibilidad de la vida.
Cosa que con ningún otro mineral acontece.
Saludos!!
Pelusita
La Arquitectura, creo, siempre está presente en nosotros. Alguna vez un profesor extranjero me decía que los mexicanos, parecíamos arrastrar con nosotros todos el peso de nuestras piedras ancestrales (las pirámides)
Las gárgolas siempre me han impresionado mucho: a veces uno puede llegar a sentir como si le siguieran con la mirada.
Un beso
Hay varias ciudades hasta donde he regresado sólo por verlas. Imponen. Hacen antesala en algunos de mis sueños, las gárgolas... ¡¡¡brrr!!! Un beso.
La arquitectura bien hecha se convierte en presencia intangible del espacio, o en amenaza de finitud que nos recuerda las propias limitaciones. Los dragones de piedra permanecen para que lo recordemos.
Las esculturas son preciosas. Parecen cobrar vida en cualquier momento. ¡Saludos matutinos!
Mariano
Hola Pelusa !!
Quizá si mi pluma se encontrase en buenas condiciones hubiese podido hacer una historia. No obstante, le mando un abrazo fuerte.
Ya es de noche. Ya es hora de ir en donde los elfos y las quimeras cohabitan.
Pelusa, disfrute del sueño.
Desde muy chico tengo una fijación con las gárgolas, siempre pensé que estaban vivas observando y que recuperaban movimiento en la noche
nada original mi idea, lo sé
pero nunca me dieron miedo, son guardianes... de algunos, no de todos, como los dragones que pueden ser el bien o el mal dependiendo su contacto
yo confío.
(Sí, soy extraño).
Besos
Hermosas imágenes, Pelusilla. Más allá de lo que transmitan las piedras (a mí me encantan), su ojo mágico dibuja un hilo de Ariadna por Barcelona que no puedo dejar de seguir, besísimos.
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