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15 julio 2010

Suertudo

Por Canalla

Nació amoratado y sin respirar, casi muerto; con el cordón umbilical enredado al cuello, lo primero que asomó fue su pie izquierdo, mientras tragaba sangre y placenta hasta que coagularon sobre sus orificios nasales. Salió entero una hora después gracias a la pericia del médico, y en lugar de una nalgada recibió un golpe al escurrirse de su mano al suelo. Pese a esos tropiezos iniciales todavía creció unos centímetros más, explica ese galeno a los jóvenes que van al hospital e intercambian con él miradas de mutua admiración, a través del cristal del recipiente donde nada en formol.

-oooOooo-

11 comentarios:

Autem dijo...

que malo. (no nacer)

la MaLquEridA dijo...

Uy! ¿qué más podría pasar?...

Lilith Lalin dijo...

Auch! se salvo de vivir?

QUANTUM dijo...

Cuando somos recién nacidos y si llegamos a morir incluso sufriendo, tal vez no lo sintamos tanto; pues nuestra memoria es muy corta para sentirlo realmente.

Si sobrevivimos, entonces en nuestra infancia ¡¿Qué niño desea la muerte?!

Cuando somos "adultos". No es antes, ni después sino el momento en que decidimos realmente morir que nos volvemos filósofos de verdad... que creamos nuestra propia suerte.

Hay muchas personas que muchas veces desean esa suerte. La de un principio. Si yo fuese un buzo y pudiese rescatar a seres humanos… Pero a veces ni conmigo puedo.Sæglópur

Canalla, le mando un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

tienes buena puntería, sigue en ello.

Pelusa dijo...

No,Canalla, no nacio.
Por que tus textos siempre me ponen la piel de gallina? Siempre obtienen la misma respuesta aunque el estimulo haya sido completamente diferente.
Un beso!

marichuy dijo...

Canalla

Quizá suene terrible llamarlo 'suertudo', pero de haber vivido (con esos prolegómenos), lo suyo no habría sido vida.

Un beso

LUIS TORRES dijo...

Ajá, esto si me agrado.

MauVenom dijo...

Al menos le tomó menos tiempo que a otros.

Aunque queda la pregunta inexperta de si pudo ser aún ser más suertudo y las cosas salir bien por una vez.

Abrazo

Canalla dijo...

Antes que nada, ofrezco una muy sentida disculpa por no contestar antes: el trabajo es un amo implacable y cruel.

Autem: Bienvenido. O qué bueno... Saludos.

la MaLquEridA: Con esa suerte... que lo tiraran al crematorio :P Saludos.

Sofía_Selegna: Bienvenida. En apariencia, sí. Saludos.

QUANTUM: Muy cierto. Sólo al crecer vemos la muerte como una tragedia. ¡Saludos!

jordim: Bienvenido. Muy agradecido. Sigo. Por cierto: ¡excelente blog el tuyo! Saludos.

Pelusa: Mmm... Ahora, esto que escribes me pone la piel chinita :P Un beso.

marichuy: Jajaja. Sí, prolegómenos muy desafortunados xD Un beso.

LUIS TORRES: ¡Y vaya que eres exigente! Saludos.

MauVenom: Eso mismo me decía al escribirlo: "se lo ahorró". De la otra pregunta, diría mi abuela: "sólo Dios sabe". Un abrazo.

Ivanius dijo...

...Ese fulgor llamado vida que muchos contemplamos como envueltos en formol merece a veces un remate tan contundente y sabio como el de este relato. Abrazo.