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01 febrero 2013

Verde por tu ventana










Desde que recuerdo, se veía un árbol por la ventana de mi cuarto. Era la punta de un pino enorme que se encontraba en el jardín del vecino. El edificio en donde viví más o menos unos 30 años, estaba conformado por dos edificios paralelos y un pequeño patio entre ellos. Por lo que era difícil ver algo de vegetación por la ventana. Era necesario acostarme en la esquina de la cama para apenas vislumbrar la punta del árbol. Ahora que sé con exactitud en qué mes llegarás a la casa me he preguntado ¿Qué es lo que quiero que veas por la ventana cada mañana al despertar? Lo que se ve justo ahora es mi tercer intento fallido de azotea verde. Unas cícadas secas que un día fueron hermosas en el jardín de enfrente y que parece que sólo las subí a la azotea a morir por el implacable sol y la sequía que cada vez se alarga más. Me gustaría que por tu ventana pudieras ver verde, hojas moviéndose al viento, y, de ser posible, flores de colores. Que pudieras ver cada día, al despertar, algo agradable que te ponga de buenas. Y ahora, más que nunca, pienso en lo que quiero yo misma ver por mi ventana. En cómo transformar y disfrutar lo que vemos todos en general. Mi deseo es que podemos ver mucho y muy agradable a través de las ventanas de nuestras casas, siempre, que sea motivo para estar felices y para tener energías para cada día. De ser necesario volver a comenzar con el mismo entusiasmo con el que arrancamos el primer día de nuestra vida. En el que, con un fuerte llanto, marcamos el inicio de nuestra presencia en este “Paraíso terrenal” en el que primordialmente vinimos a gozar.


Imagen proporcionada por la autora del texto




3 comentarios:

QUANTUM dijo...

El planeta tierra es una muchacha de ojos verdes.

Si usted me permite el atrevimiento creo que no necesariamente vinimos a gozar. Pero sí creo que venimos a vivir (y todo lo que ello implica).

La vida, mediante la fotosíntesis, es un proceso que revitaliza.

Si fuera arquitecto procuraría expresar esa armonía entre lo creado por la mano del hombre y la vida verde. Después de todo, la arquitectura surge de la observación de la propia naturaleza del planeta.

Le mando un beso en sus bellas manos.

[Aquellos ojos verdes]

Darío dijo...

Luminoso, precioso. Un abrazo.

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Gracias y saludos