En la esquina de la cama hay una telaraña
donde una mosca - como un fruto seco-
desaparece lentamente entre edredones mortales
La araña la envuelve rápida y profusamente entre sus hilos transparentes,
se soba la pancita y da dos vueltas hacia abajo en su montura
como si trajera un equipo incluido con arnés y vértigo controlado
Se desliza como un patinador profesional, sobre esa seda con gran espíritu campesino,
pareciera bendecir eso que a punto de engullir le ha caido del cielo.
3 comentarios:
Excelente foto y excelente texto!
Me encantó!
Cariños.
El antiguo ritual del apetito... en sábanas de seda.
¿O cómo era?
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