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27 agosto 2009

Eugenia va a venir por mí

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Por MauVenom
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Tras cerrar la puerta de la casa Cecilia caminó hacia las escaleras para subir a su cuarto, al pasar junto a la estancia vio sentado en la sala al viejo Enrique con la mirada perdida, como siempre.
-Abuelo, ¿estás bien?.
El hombre sonrió. -Estoy esperando llamada de Eugenia.
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A Cecilia le intrigaba cómo sería la vida cuando la energía y la ilusión del futuro se van. Caminaba por la universidad sabiéndose observada y por momentos sentía tal satisfacción de ser ella misma que no concebía el perder la seguridad de un porvenir. Ya entonces era una mujer sola, se sentaba en los jardines del campus a tomar café y abandonando el libro en turno pasaba su dedo por el borde del vaso desechable haciendo círculos que imaginaba eran la órbita de su vida, sin embargo aquella tranquilidad menguaba y la juventud no era suficiente para vencer el ahogo que su casa le hacía sentir.
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A la hora de la cena Cecilia solía leer una revista mientras picaba el plato. Enrique apenas probaba bocado constantemente distraído por cualquier cosa. Guillermo perdía la paciencia con él y golpeaba sobre la mesa exigiéndole que hiciera un esfuerzo por concentrarse.
-No le grites papá, déjalo en paz. –La joven enfrentaba a su padre tratando de defender a su abuelo.
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Muchas noches al tratar de dormir Cecilia enumeraba pedazos de pasado; su madre ocupando los recuerdos de infancia, sitios y gente que nunca volvió a ver, ayeres que heredaron un presente impreciso y la hicieron cuestionarse si la soledad acaba un día o se extiende para siempre. Pensaba en su padre como un misterio habitual; qué tanto habría tenido que pasar dentro de aquel viudo para arrinconarlo detrás de esos ojos reservados, después aparecía el otro confinado de la familia, el octogenario condenado a flotar eternamente, desterrado del mundo por un suelo ahora desconocido.
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Cecilia encontró alboroto en una calle cercana a su casa, vio a un vecino discutiendo con Enrique quien habría logrado burlar la puerta que dejaban cerrada para evitar que escapara, el hombre trataba desesperado de convencer al anciano de volver a su domicilio pero éste se negaba rotundo, la joven llegó hasta el viejo lo tomó del brazo y lo guió de regreso.
-Abuelo qué vamos a hacer, qué hacías en la calle.
Él ya sentado en la sala miraba desesperado hacia todos lados hasta que su nieta tomó el teléfono y lo puso junto a él para tranquilizarlo.
-Eugenia me va a hablar.
Cecilia lo miró con preocupación.
-Abuelo te van a encerrar... yo no quiero eso pero sí mi padre decide hacerlo no lo voy a poder impedir.
-¿Tú trabajas aquí, niña?.
-Peor que eso... vivo aquí.
-Eugenia es mi esposa... me va a hablar por teléfono.
-Algún día voy a volver a tener una conversación contigo en la que sienta que me entiendes, de alguna forma tendrás oídos para mí.
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Ella pensaba que era mejor salir a encontrar el futuro antes de que éste olvidara entregarle su parte, no quería que las circunstancias llegaran en una morada de pretéritos que se harían viejos todos en un día, se emocionaba imaginando la oferta del mundo y ansiaba el porvenir de la chica que se graduaría de adulto en jornadas de desencanto y voluntad. Saldría dejando la puerta abierta para que un destino renovado pudiera violentar el tiempo detenido en esa casa.
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-¿Por qué no quieres andar conmigo?.
-Ya te dije, estoy harta de lidiar con hombres, no quiero un tercero.
-Tu papá y tu abuelo son otra cosa, nada tiene que ver.
-No me dejan ser libre... no te voy a dar ese poder a ti también... quizá algún día.
-Ese día ya no voy a estar.
-Yo tampoco.
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Eduardo ya no se acercaba, sonreía si era necesario pero volteaba la cara hacia donde no topara con rechazo, Cecilia lo veía y le gustaba, se daba permiso de imaginarse junto a él pero sus prioridades eran otras, su fuerza se concentraba en ser la versión irrompible de sí misma. El mundo había sido por momentos hostil pero eso era menos hiriente que la falta de color y aire que a veces inundaba su entorno, se sentía aislada pero le avergonzaba la auto compasión, era dueña de un enérgico coraje que alternaba con fragilidad, se turnaban la mujer de certero plan y la niña a la que la vida le queda grande.
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-Hombre estúpido, ya hiciste llorar a esa muchachita.
-Cállate anciano imbécil. -Guillermo perdía el control ante la intromisión de su padre que se alteraba al oírlo discutir con su nieta, ella participaba con furia insultando a su progenitor en una escena que no era inusual entonces.
-No me juzgues Cecilia; tú lo idealizas y ves en él solamente a tu abuelo pero fue un pésimo padre.
-Pues le aprendiste bien.
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Los pasados presentes y la distancia del alma nos diluyen hasta ser irreconocibles, incapaces de distinguir el fundamento de las culpas, Cecilia optó por volverse casi inexistente para los que compartían su morada y se consumía en el temor de extinguirse en ese núcleo de exclusión, no era la única, el resentimiento que a Guillermo le producía el desprecio de su hija era sólo un poco menor al hecho de que su propio padre no lo reconociera ni lo recordara. Cuando se vive mirando por la ventana el tiempo parece dictamen terminal, cadena perpetua, negamos a la historia el derecho de seguir al día siguiente, así un anciano custodiando un teléfono, una joven que ruega a la noche por cambios y un hombre maduro que observando a la gente en la calle se pregunta que mal día dejó de pertenecer. Los tres tan lejos como con un mar en medio, atentos a su trozo de semblanza.
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Ese domingo Guillermo estaba en su estudio frente a la computadora, el teléfono sonó pero no contestó seguro de que su hija lo haría, ella que se mantenía ocupada en la cocina tomó un trapo para secar sus manos y caminó hacia el aparato pero éste cesó su timbre, tras un breve silencio se empezaron a escuchar gritos provenientes de la planta alta.
-¡Eugenia!, ¡Eugenia!, ¡Eres tú, Eugenia!.
La voz del anciano sonaba con tal agitación que Cecilia no dudó en echar a correr, al llegar a la escalera se topó con su padre que también iba hacia arriba y extrañamente se sintió aliviada de verlo y no estar sola en ese momento. La puerta del cuarto del Enrique estaba cerrada con seguro.
-Dile que abra, a mí no me va a hacer caso. -Susurró Guillermo a su hija.
Ella obedeció sin resultados, con mano temblorosa tocó la puerta y cambió ruegos por órdenes sin conseguir nada. Permanecieron quietos por un momento sin querer dar el siguiente paso hasta que finalmente consiguieron la copia de la llave, con pesadez y sin mucha prisa se abrió aquella cerradura, ambos se vieron a los ojos como decidiendo quien tenía el derecho o la obligación de entrar primero.
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El cuerpo de Enrique tirado en el piso sin vida y el teléfono cerca de él. Guillermo parado a mitad del cuarto lloraba su dolor y derrota. Cecilia hincada junto a su abuelo acarició su rostro sin poder derramar una lágrima por él, miró a su padre y se sintió miserable al verlo abatido pero tampoco pudo acercarse, paralizada ante el derrumbe de las dos únicas personas en su vida, deshecha por ambos pero sintiéndose insalvablemente lejos.
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El porvenir llega y ciertos encierros subsisten para dar al futuro un eterno efecto de inconcluso. Cecilia se volvió lo que quería, dominó su paso y obtuvo resultados de la estrategia pero no averiguó como dejar atrás el vacío de aquel recinto que aún años después invadía todo espacio y la hacía ser de nuevo la jovencita que se privó de mil cosas para resistir. Cumplió, salió sin vuelta un día de lluvia queriendo que el agua deslavara el sabor amargo de cortar el cable de su vida, después de todo la libertad no fue aire fresco y más bien una agria incertidumbre, la casa que siempre pareció desierta esa tarde no lo fue tanto pues dejaba en ella a su padre de piedra volviéndose arena, aquel lugar se convirtió en lo que fue mi vida y la calle en lo que resta de ella.
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El peso de lo no resuelto viaja y se muda.
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‘Hace ocho años terminó tu espera y me pregunto si la abuela te ha devuelto la memoria. ¿Le has reclamado por qué te dejó hundido en preguntas como las que hoy te hago y no responderás?. Veo muy poco a tu hijo, eso lo sabes, nada se puede hacer, somos mundos diferentes, que raro es extrañar tanto a alguien que no toleras. Temo nunca poder llevarme con mi padre como le sucedió a él contigo, temo abuelo que la memoria me atrape en la espera por lo que dejo pendiente sin darme cuenta. Quiero pedirte algo, si ves que me quedo sola para siempre ven por mí, hazlo tú, de esa manera no tendré miedo... devuelve el favor que a ti te hicieron’.
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En otra banca de la iglesia un hombre veía como esa mujer con mirada de horizonte hablaba en voz baja y le conmovía ver sus ojos húmedos, esa imagen tan fuerte y sin rumbo al mismo tiempo era casi inentendible. Tuvo por un momento el impulso de hablarle y preguntar sus razones pero no pudo. Cuando uno se oculta el pesar priva al presente de la continuidad. Se quedó quieto observando, algo angustiado y un poco enamorado pero nada sucedió. Algo le impidió acercarse a ella… y es que él también se sintió insalvablemente lejos.
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Derecho Resgistrados
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50 comentarios:

Jo dijo...

... la verdad a veces pienso en mi padre igual que cuando estaba sentado junto a la ventana con la mirada perdida, cuando de pronto le preguntabas algo y te contestaba con la misma pregunta todo el tiempo, cuando sonreia y cuando lloraba como un niño a pesar de su edad... y hay veces que se comete eso mismo de hacer ciclicas las cosas pero sucede que hay cosas que no se pueden borrar ni con agua de lluvia o amoniáco.

y si... sucede que la vida tan de prisa que se va
y es cuando volteas y todo cambia y pasa demasiado rápido, tanto que se diluye como agua

a veces yo he pedido es mismo que esté ahi, justo cuando te invade el miedo.

a veces también quisiera que viniera por mi.


besos Mau.

incluso el dolor que causa tan insoportable es que termina uno mojado

Ivanius dijo...

Pensé que la historia terminaría antes. Luego me quedé imaginando un encuentro entre el testigo y la mujer "con mirada de horizonte" (ojos ¿rasgados? ¿dorados? ¿azules?).

La nostalgia es así: una sensación inconclusa y a tropezones, que está hecha, sobre todo, de acontecimientos y personajes cercados con imaginación para hacerlos lejanos e insalvables... y así poderlos observar a distancia.

EMN dijo...

Y qué podes decir tras vivir un momento así ??

Mucha nostalgia...

Muy buena entrada.

Saludos

Mara Jiménez dijo...

Mau: Creo adivinar el detonante de historia... o las casualidades cósmicas conspiran.
En el último párrafo, la ví octogenaria y sola, aisalada del presente como alguna vez estuviera su abuelo. La vida se escurre, y a veces ni siquiera sentimos la fuga.
De lo mejor que te he leído, Mau. Conmovedor, certero y lleno de imágenes.

Besos.

Canalla dijo...

"El peso de lo no resuelto viaja y se muda" con nosotros. Es esa carga a veces sin remitente pero siempre con destinatarios. El hombre pasa la mitad de su vida intentando entender el significado del perdón, y la otra mitad tratando de encontrarlo. Sólo bastarían unos minutos y un corazón honrado otorgarlo, o unas horas a lo sumo, si somos los beneficiarios.
Un fuerte abrazo, Mau.

Wittgenstein, el Positivista Lógico dijo...

Mi estimado Mau "Derechos Resgistrados" Venom:

Acabo de llegar a la conclusión que, aún más que unas clasecitas de fotografía, gramática u ortografía, lo que más les urge es un poco de sentido del humor.

No es malo tu relato, y estoy dispuesto a perdonar las frases tortuosas y los detalles superfluos como un atavío estilístico. Pero la profunda seriedad de tu narrativa me ha dejado al borde de cortarme las venas (prospecto que, sin duda, no les sería nada desagradable).

En fin, en la escala Wittgenstein del 1 al 10, tu relato merece un bastante sólido 7.5. Insisto, un editor imparcial que puliera un poco el estilo y que ayudara a mejorar el flujo de lectura contribuiría a callar nuestras críticas.

Me despido, esperando que mi crítica amable sea tomada como tal. No espero que mi mensaje tenga una larga existencia, basado en experiencias anteriores, pero me voy con la seguridad de haber contribuido a plantar ideas que lleven la mejora de este notable concepto de blog.

Murumo dijo...

"El peso de lo no resuelto viaja y se muda." - excelente frase.

Pelusa dijo...

Sabes que fue lo que mas me gusto? La sensacion del peso del pasado y de la inmensidad del futuro... que reducen a la nada el presente.
Hay tanta gente como Cecilia!
Buen relato, Mau. Bien logrado.
Besos

la MaLquEridA dijo...

Primera vez que un relato tuyo lo entiendo perfecto.

El miedo a hacerme mayor hace que la muerte la tenga presente en mi quehacer cotidiano.
Provengo de una familia en la que los padres y tíos han muerto jóvenes, no espero vivir más que lo que ellos vivieron, aún cuando ya lo esté haciendo.
He creído firmemente que tengo poco tiempo de vida- así si me agarra desprevenida, no tendré miedo- y también el miedo a ser una carga para mis hijos, hacen que ese deseo de la muerte pronta, llegue, aún cuando la muerte me de miedo.
Es contradictorio- como yo- querer la muerte, pero que no llegue pronto, como si pudiésemos escoger el momento.
Ahora solo sé que quiero que la fecha que he escogido para mi muerte no llegue...ahora si que tengo miedo.
Falta poco en realidad, mis padres murieron a la edad que tengo ahora... es temor... solo temor.

JP dijo...

-- mi estimado Mau(estro), el relato es efectivo en cuanto narracion ya que percibe y repite la soledad absurda en la que viven sus personajes, te lleva a pensar la soledad en la que nos encontramos, y ese es el problema, estar rodeado de tantos seres queridos y no encontrarlos ni queridos ni completos, solo huyendo de ellos (o de esto) es lo que nos puede realmente encontrar, aunque sea en la soledad, magnifico!

jess dijo...

"Making love in the afternoon with cecilia
Up in my bedroom (making love)
I got up to wash my face
When I come back to bed
Someones taken my place"

La misma sensación se deja escurrir por las venas.

No sé.... pero.... será que no concibo tanto vacío y tristeza al unísono.... Me quedo con la parte donde la figura de la abuela daba unión y momentos felices a todos.

Besos sucios galán!

Anónimo dijo...

Hola MauVenom... una historia que nos deja ver que el cubrirnos con un caparazon de frialdad no nos lleva a nada bueno... se forman muros invisibles que como describes al final se sienten insalvablemente lejos y se termina solo
tan facil que es dar amor...
un abrazo

marichuy dijo...

Mau

No imagino a mi abuela diciendo lo mismo "Samuel vendrá por mí"; el tipo era un caradura y ella ya no creía en eso de "los reencuentros más allá de la muerte"

Pero en tu historia, quizá la unión entre Enrique y Eugenia era tal, que en verdad ella vino por él a la hora decisiva.

Un beso nostálgico

Anónimo dijo...

Tocar fondo no es algo que redsulte agradable, pero lo cierto es que el ser humano alcanza su maximo equilibrio emocional cuando descubre que ya no puede caer mas bajo, consuela mucho conocer con exactitud el destino, por muy creul que parezca, se suele recuperar la calma cuando desaparecen las circunstancias que provocaron angustia o cuando se confirman sus peores presagios, incluso esta comprobado que los mas tranquilos suelen ser el reo y el verdugo.
Como sea, una de las cosas buenas que tiene la inminencia de la muerte es que te permite prescindir del fingimiento y... de las prisas, inevitamblentte estremece imaginar nuestra agonia, pero lo ciertrto es que luego resulta que la muerte tiene sobre cualquier otra adversidad la ventaja de que es una cosa que se olvida facilmente. Alcanzamos en las situaciones extremas una naturalidad que ni podiamos imaginar siquiera, supongo como a esa niña que sentia que la vida le quedaba grande.
Siempre me impresionan las personas que se conduucen en la vida con el aplomo de quien sabe que la suerte es una cosa relativa, que la juventud, la riqueza son algo que le ocurre a cualquiera, y que en definitiva, por mucha suerte o dnireo que tengas, podras cambiar de aire y de muebles, pero acabaremos, como el paria, cerrado a cal y canto en el crustaceo de nuestro cadaver.

Besos MyVenom

MauVenom dijo...

Jo

Yo antes de que vengan por mí quisiera encontrar la solución a mis pendientes y no perder la memoria

quisiera crecer en ese sentido

entonces que vengan, ya sé quien quiero que lo haga

Besos de un agosto que ya quiero que acabe.

MauVenom dijo...

Iván

La nostalgia a veces se vuelve tanta que no sirve para nada y nos impide hacer contacto

nos cargamos de tantas cosas que el peso no nos deja caminar adelante

no pudo haber conversación entre ellos dos, no al menos en ese momento pues su propia pesadez les impide moverse, creo.

Abrazo.

MauVenom dijo...

EMN

Muchas gracias por tu comentario

tras haber vivido cosas así lo que queda es recuperar tu entusiasmo y contruirte un futuro libre

solucionar pasados también

creo.

Gracias por venir.

MauVenom dijo...

Mar

Muy amable tu comentario

me tienes que aclarar luego lo del detonante, me interesa

quizá ese sea el futuro y creo que ella lo sabe e incluso no lo ve tan lejos a pesar de su juventud... hay cosas que tiene que dejar ir y otras para cambiar el porvenir

finalmente todos estamos parados de alguna manera en esa situación.

Besotes.

MauVenom dijo...

Hola Bimmer

Que bueno que te gustó. No permitamos que esa frase se vuelva más cierta de lo que deba ser.

Eres el Diegolastra?...

Saludos, gracis por venir.

MauVenom dijo...

Canallo

Dicen que la necesidad de perdón termina cuando el entendimiento llega

y creo que es cierto, comprender las razones y pasados de los demás ayudan mucho a liberarnos de opresiones y resentimientos

pero antes de razonar "pensamos" con los recuerdos y eso lo arruina todo... muchos dolores se quedan porque no los dejamos ir.

Abrazote.

MauVenom dijo...

Positivista

Agradezco tus comentarios (a mi post) y te sorprenderá saber que varios los encuentro válidos y dignos de atención

tu crítica amable es tomada como tal aunque tengo que confesar que el exceso de ironía y pasíon me causa cierta intriga pues en un cyberespacio tan amplio tu atención parece ilógica ya que encuentras nuestros textos tan deficientes

creo también que tomas varias cosas demasiado en serio, no por esto digo que no debamos mejorar nuestras experimentales letras, por supuesto que hay que trabajar pero si dices conocer el concepto del blog probablemente te desgastas demás... por otro lado me resulta curioso que pienses que nuestra preocupacion es callar tus críticas pues bastaría un filtro para hacerlo pero no tiene caso pues mañana vendrá otro y luego otro y así, lo cual está bien pues es parte de esta experiencia.

Finalmente no sé si tengas algún problema personal y haya por ahí quien se alegre si te cortas las venas pero no es mi caso, yo agradezco tu lectura y comentario e incluso tu "calificación" podría no ser injusta

Ahora, alguien con tal capacidad de análisis entenderá la enorme credibilidad que pierde al mostrarse detrás de una personalidad anónima.

Sin embargo no eso no es realmente importante en un mar de opiniones, experiencias y acercamientos como es éste del mundo virtual.

Eres bienvenido a mis entradas al menos, lo que decida, escuche o ignore, es mi derecho.

Gracias por tus observaciones.

MauVenom dijo...

Pelusita

creo que todos somos Cecilia alguna vez

y más nos vale no serlo demasiado

pero también la entiendo porque a veces los vaciós son muchos

vamos a concentrarnos entonces en la inmensidad del futuro y démosle oportunidad.

Besos

MauVenom dijo...

Malque

pareciera que estoy oyendo a alguien muy cercano a mí

la insatisfacción nos lleva muy seguido a desear irnos, a como dice Jo, que vengan por nosotros

pero el otro lado tenemos el futuro y las presencias que nos reclaman en este lugar aún cuando no entendamos nada

mi preocupación es quedarnos clavados en lo incambiable o en la incomprensión.

Besos de futuro.

MauVenom dijo...

Patito, patito color de café

mil gracias por tu generoso comentario

somos tan contradictorios que la lejanía de lo que queremos cerca es a veces lo que nos permite ver lo que antes nos era imposible entender

la soledad sin embargo se convierte en un compañero cómodo e incuestionable del cual después no nos podemos deshacer

pero tú eres un pato feliz, eso lo sé.

Abrazototote.

MauVenom dijo...

Jess Chiquita preciosa!!

jajajaja

tú en serio me lees por puro amor... eres como el Potter

no hay una entrada mia en la que estés de acuerdo, jajajajaja... pero es que pertenecemos a mundos diferentes corazón

y me da gusto que siempre decidas quedarte con la parte que te da esperanza, es una buena manera de vivir.

Gracias por venir y compartir conmigo como siempre desde el principio.

Besos sucios bonita.

MauVenom dijo...

Ana

Me encantó tu comentario pues totalmente cierto y de alguna manera creo que es lo que quise decir

aquí no hay a quien juzgar o culpar

todo es pasado y cubrirnos de un caparazón no tiene ningún resultado más que el de aislarnos.

Gracias por venir. Besos.

MauVenom dijo...

A veces las uniones no son más que obsesiones Marichuy

pero cuando una obsesión dura mucho te das cuenta que se volvió tu vida misma y entonces será lo que recordar cuando no te quede nada más

habrá que aferrarse a lo que fue el pasado que elegimos para bien o mal.

Besos sin memoria.

MauVenom dijo...

Sonia

el problema es la confusión que nos impide ver cuando tocamos fondo

es un proceso largo y desgastante que ademàs se repite muchas veces en nuestra vida... son demasiados fondos los que nos toca conocer

sin embargo renacemos, es cierto.

El aplomo mi niña es algo que usamos para los semejantes... la vida no se lo cree

sirve para el mundo

pero a la hora de la verdad estorba un poco.

Besos venenosos.

CLICK CLICK... dijo...

Auch...

"y es que él también se sintió insalvablemente lejos."

Me pegó con un bate

Murumo dijo...

Asi es, el mismo del Twitter.

MauVenom dijo...

Hermes

Creo que eso nos pega bastante a todos

a todos los que nos hayamos dado por enterados de alguna ausencia.

Abrazo.

MauVenom dijo...

Pues bienvenido Diegolastra!

Alejandro Aparicio Morales dijo...

hola hermano
no se me recordo mucho el libro los recuerdos del porvenir
no se siento que el pasado es el tema que siempre esta en tu relato
y es enorme esa imagen de que uno siempre se siente lejos
muy bien
un gusto leerte hermano
un abrazo
saludos.

MauVenom dijo...

Jamás me hubiera imaginado que le recordada a alguien ese libro que es mi biblia... bueno... evidentemente no puedo negar mis influencias

tienes razón en cuanto a lo del pasado... lo he pensado mucho últimamente, me pesa que el pasado pese

mejor no estemos lejos.

Abrazototote señor.

Joan Figueres i Guíxols dijo...

He quedado impresionado por tu blog... te volveré a visitar

MauVenom dijo...

Leonel

pues gracias... aquí un grupo de ingenuos compartiendo

ahora sí que... estás en tu blog, pásale.

Saludos

Anónimo dijo...

"El porvenir llega y ciertos encierros subsisten para dar al futuro un eterno efecto de inconcluso"

Yo peleo codo a codo con el anticlímax en mi vida, persiguiéndole, persiguiéndome. Para que nunca nos alcance el porvenir, ni le dé alcance. Para que no sea el encierro que subsiste sino la vida la que le brinde siempre al futuro este efecto de inconcluso. Este tema de reincidir en ciclos de los seres no asumidos, las pérdidas o los errores del padre qué estremecedor, qué recurrente y qué ajeno a mi que tanto termina por conmoverme. Tu texto cargado de todo esto me envolvió en este ropaje que sin ser mío ni de mi agrado me lo probé "de ocasión". Gracias

MauVenom dijo...

Gurma

Me gusta eso de que sea la vida continua la que de el efecto de inconcluso y no los encierros

mejor forma de llevar las cosas

se me ocurre decirte que esto es ajeno a mí también pero la verdad es que no (y se nota), me ha tocado presenciarlo varias veces aunque también he sido testigo de cierta superación, más bien la lucha es no ser como Cecilia... bueno, ni como los otros dos tampoco

gracias por probártelo de ocasión. Ahora quítatelo y regresa a tu fórmula que si es como la describes funcionará mucho mejor.

Gracias, saludos.

MeLyCaOs dijo...

"Sobre una torre había una mujer, de túnica blanca, peinándose la cabellera, que le llegaba a los pies. El peine desprendía sueños, con todos sus personajes: los sueños salían del pelo y se iban al aire."

Eduardo Galeano

Eugenia desprendía sueños desde su torre... y el único que los sabía atrapar era Enrique. Pero un día ella decidió que él fuera personaje y se lo llevó hasta la parte más alta...

Ya vendrá el turno de Guillermo y Cecilia, tengo fé.

ROB dijo...

Que ya termine este agosto, cargado de nostalgia y pasados presentes, pareciera que terminan con todo o no dejan q comience nada.

Saludos.

LUMPENPOETA dijo...

Llegué un poco tarde, pero llegué. Finalmente agosto se acaba, no sabía que tantos tuvieran una percepción de un mes con días aciagos y nostalgias...

Tu texto narra una heredad de incomprensiones, cuando somos hijos, cuando somos padres, repetición eterna que no rompe el círculo, neurosis fatal de generación en generación ¿la llevamos en la sangre?
Al parecer sólo la muerte nos cuestiona... y ya para qué.

Un saludo tardío, mañana es otro día el primero, tal vez comience la lluvia a rendir sus frutos.

MauVenom dijo...

Mely

Con las últimas letras del texto les dejé también la misma esperanza

que el tiempo de Cecilia y Guillermo llegue

que salven las distancias antes de que sean totalmente irreconocibles.

Tú me lees la mente.

Besos.

MauVenom dijo...

Mr Trezoo

Las nostalgias hay que vivirlas mientras se extinguen

después hay que tirarlas y dejarlas que se reciclen en la tierra

no?

Abrazote.

MauVenom dijo...

Lumpenpo

Nunca es tarde, gracias por venir...

creo que la tortura de todos es no romper esos círculos a tiempo, no tener la visión lo suficientemente clara como para exonerar a cada participante y ofrecer comprensión

tendría para eso que haber lo mismo por parte de los demás a nosotros

será?

o podremos liberarnos de una forma individual y consciente.

Mañana es otro mes.

Abrazote señor poeta.

el7palabras dijo...

Ya instaladazo en Septiembre, lo leo con mucho gusto, MauVenom.
Me gustan sus relatos, cuentos o lo que sean porque me hacen sentir menos culpa de leer cada vez menos en papel, y cada vez más en la pantalla.

Este en particular lo hallé muy interesante, y lo más chido, rápido. Como para leer entre semáforo y semáforo.

Ahí está la cosa. Esa adicción al brillo lcd, me va a matar.
Pero que me entierren con el paquete telmes en wow, no me vaya a aburrir en la eternidad.



Ay.
Salud, y buenas noches.

MauVenom dijo...

7palabrotas

Pues gracias por su comentario tan amabilísimo

que bueno que le gustan pero le recomiendo que no lea mientras maneja

para cuando usted se muera el paquete telmes tendrá banda requetesuperancha... vale la pena esperar.

Abrazote

Circe La Hechicera dijo...

Estupendo relato que hace nos hace reflexionar, veo la situación tan angustiante de sus protagonistas, el mismo afecto que los une, los hace distantes en sus diferentes dimensiones, quizas entregando algo que no se ha pedido o resignando vivencias para complacer. Quizas bondades mal entendidas.Es complicado. Me ha gustado mucho, un abrazo

MauVenom dijo...

Circe

Gracias por tu comentario. Es justamente la situación que tenía en mente cuando escribí esto, la angustia y el afecto juntos, el rechazo y la necesidad. Y como dices tú, bondades mal entendidas. Me emociona cuando alguien me capta así.

Un abrazo.

MoiZés AZÄÑA dijo...

Felicitaciones.


AZAÑA ORTEGA

MauVenom dijo...

Muchas gracias

espero que regreses por aquí, que no sea la única vez que te vea.

Saludos.