.
.

23 agosto 2010

Atardecer en Nara.

Si llega a ver los delicados colores
que el tiempo no ha cambiado...



Imagen tomada en la ciudad de Nara, Japon (2008)
Fragmento de un poema de Murasaki Shikibu en La novela de Genji.

9 comentarios:

QUANTUM dijo...

Pelusa, buenos días !!

Me ha encantado esta bella postal; me sabe a vida.

Le cuento que hay ocaciones en que me siento a ver los atardeceres y los amaneceres; son magistralmente asombrosos para mí. Me encanta como a veces se ponen de color naranja y púrpura y es como si la vida fuera magia.

Le mando una abrazo fuerte !!

Pelusa, siga disfrutando el día.

QUANTUM dijo...

Mi horrorosa ortografía (grrr):

*Ocasiones
*Me encanta cómo...

Anónimo dijo...

parece una casita miniatura donde vive una hada... que raro que prenda la luz de dia.

que linda esta.

jess dijo...

Si uno se queda mirando fijamente la luz amarilla, pareciera que palpita....

Lindo, lindo, lindo!!!

Transmite mucha tranquilidad.

Un abrazo Pelusita!

marichuy dijo...

Un remanso de paz y no otra cosa, eso me inspira esa toma, Pelusita. Un sitio ajeno al mundanal ruido.

Beso

Raptor Plateado dijo...

eso lo envidio me gsutaría poder ir a Japon es uno de mis sueños!!

Ivanius dijo...

Por ahí, caminando, casi se adivina la silueta de un sueño, o de la tranquilidad envuelta en cerezo y crisantemos...

MauVenom dijo...

Los verdaderos colores son los que ni el tiempo ni la luz borran... como los recuerdos, lo que se queda no es lo que en fue pero probablemente lo que importa

sabes que me traes recuerdos con este tipo de fotos, de días soleados y en los que fue fácil pensar que la vida estaba resuelta

me equivoqué en un par de cosas pero mpo se van quedando mis colores reales y todavía brillan.

Beso

Paloma Zubieta López dijo...

Hermosísima imagen, Pelusilla... de esas que te quitan el aliento y congelan el tiempo en un tris y sin llegar nunca al tras... besos mil.