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24 septiembre 2009

Dazhalan Jie

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Por : MauVenom
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No fue el bullicio si no los hutongs que se veían al final de la calle lo que llamó mi atención, una entrada al laberinto que son los barrios bajos de una ciudad que se supone no los tiene, dejé atrás la avenida Quian Men por la que había caminado tragando cuanto pude de aquel mundo que para mí era otro mundo y en donde cada descubrimiento me hizo consciente de una ignorancia disfrutable. Entré a esa vía alargando en distracciones y tiendas mi camino hacia los callejones, esquivando vendedores que a gritos anunciaban su oferta sin que yo entendiera una palabra, en algún momento escuché una voz femenina a la que no atendí pero dos pasos adelante me detuve al distinguir un delicado aroma que no reconocí inicialmente, volteé a mi derecha para descubrir a una preciosa joven que extendía sus manos sosteniendo una charola que en principio no noté distraído por la fina belleza de aquellos ojos rasgados y encantador gesto cuya delgada figura vestía un cheongsam de seda obscura, debo haber parecido tonto ante la hermosura de esa mujer, ella al tanto de su poder abusó de su sonrisa y me acercó la bandeja recordándome el asunto que nos unía, volví a percibir aquella fragancia y noté que provenía de pequeños vasos en los cuales había líquidos verdes y amarillos, supe lo que tenía enfrente y me avergonzó no haberlo identificado, nervioso por una posible decepción tomé una de las muestras y aspiré el placentero vaporcillo, traté de usar mi arrogancia occidental para probar la bebida tratando de evitar sentimentalismos pero mi defensa fracasó de entrada. Atontado por el inusual placer de aquel sabor abrí los ojos y dije en mi más estúpido español: “Té de Jazmín”. Ella sonrió intuyendo o entendiendo, satisfecha de haber arrancado de su origen a este iluso forastero arrojándolo con un sorbo de infusión a la verdad de una civilización milenaria.

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La seguí hasta entrar a un enorme salón que lejos de tener el recargado ornamento característico parecía despejado aún con sus muchas mesas y vitrinas, me llevó hasta un mostrador en el cual había pequeñas cajas de madera mostrando en su interior diferentes hierbas, detrás se encontraba un hombre como de 40 años enfundado en un tang zhuang verde brillante, me saludó con una reverencia para dar inicio a una explicación de la que yo no captaba nada, entonces de manera ceremonial tomó plantas secas que empezó a mezclar con flores en un pequeño colador de cerámica y a través de esa mímica fue que logré comprender el proceso de elaboración de mi té favorito, aprendí que lejos de lo que mi limitado alcance me había permitido saber hay varias clases de té jazmín que obedecen al tipo de mezcla. Había también unas hornillas en las que hervía agua a diferentes grados de ebullición, mi instructor me señalaba las pequeñas cacerolas refiriéndose seguramente a la importancia de la temperatura. Como sucedió otras veces olvidé mi distancia del idioma y me subscribí al entendimiento de la intención, la emoción me invadió de forma infantil más por la hechicería del procedimiento que por el brebaje mismo, ese continente tiene el poder de convertirme en un bárbaro deslumbrado ante el viejo erudito que comparte sus ciencias. Pasé bastante tiempo viendo a aquel señor preparar los distintos tipos de té que vaciaba en pequeñas jarras de porcelana, juntó cinco y las puso en una bandeja de madera laqueada, la joven que no se había movido de mi lado tomó aquella charola y con un ademán me invitó a seguirla. Sentados en una mesa baja hecha de bambú y cristal noté por primera vez que era yo el único en aquel salón lo cual me dio una satisfacción egoísta, supe después que aquel sitio es común a los turistas y sin embargo ese día era yo el único occidental alrededor. Me hubiera gustado preguntar el nombre de la chica y completar la romántica imagen que hoy tengo de ella pero aún encontrando la manera su respuesta hubiera sido probablemente inentendible así que en los momentos de añoranza no me queda más que apegarme a la sola estampa de mi musa asiática.

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Sirvió el primero de los líquidos en una taza decorada con dragones azules, me hizo tomarla con las dos manos poniendo las suyas debajo de las mías sin que pudiera yo evitar la sensualidad del hecho, cerró los ojos y me sentí obligado a imitarla hasta que su voz indicó que era momento de beber ese ámbar de gusto delicado al que tuve que poner atención para apreciar la totalidad de un sabor que parecía cambiar mientras pasaba por el paladar. El segundo tiempo era una pócima verde obscuro, vi cuando lo preparaban que le incorporaron unos grumos marrón que parecían mascabado pero olían más bien a miel y eso explicaba su acento dulce. Entre una y otra prueba mi anfitriona me hizo tomar un poco de agua simple dándome a entender con ademanes que la debía mantener en mi boca para separar sabores. El tercer té era amargo pero no fuerte, una sensación parecida al negro sin perder el sabor estilizado del jazmín y sin precisar de endulzantes para suavizarlo. Para el cuarto puso dos florecillas en la taza, mismas que ahogó en el fluido hirviente logrando además de un efecto distinto una fotografía perfecta, pensé que me haría esperar pero por el contario me hizo tomarlo inmediatamente. Consumí cada té a sorbos y sin prisa, mi compañera supo transmitirme la tranquilidad necesaria. Antes de la última prueba tomé agua de nuevo y con una pequeña tela húmeda mi guía limpió mis manos, yo la contemplaba seducido aunque siempre un poco intimidado por el muro del idioma, se puso de pie, sirvió el líquido de la última jarra y con una cortés inclinación se retiró dejándome solo, comprendí que era el cierre de mi experiencia, ameritaba concentración y respeto. Tengo que decirlo, fui feliz, invadido por la satisfacción de mis sentidos y el contacto de manos y miradas que transformaron lo que para mí era una rutina de cocina en una celebración de cultura antigua, distinguí la música imperial de fondo y me sentí pleno ahí sentado consumiendo un líquido que me regaló no el bienestar de su propia química si no un acto de historia.

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Al salir de ahí me interné finalmente en los hutongs con un aire diferente al de explorador hambriento y en cambio como culmen escénico del sabor que iba desapareciendo de mi boca.

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Volví. A los pocos días regresé urgido por revivir el espejismo pero como en hechizo de cuento la calle estaba vacía y los comercios cerrados, era día festivo, entendí que no debía dejar que mi ambición atropellara aquel encanto y decidí no intentarlo más. Ese día al salir de la calle para tomar mi camino a Jianguomen puse atención a los ideogramas del letrero de la esquina y vi que abajo se leía la transcripción: Dazhalan Jie.

* * *

Casi dos años después mis padres me invitaron a un restaurante oriental por mi cumpleaños, ordenaron diferentes platillos y por supuesto el té que sabían desde niño era mi obsesión, “si es para mí no quiero, gracias”, dije, pasmados se miraron uno al otro pero optaron por no investigar el argumento, noté su desconcierto y no me atreví a explicar, sólo miré a través de la ventana tratando de encontrar en ese desigual paisaje la presencia de la calle en la cual una hermosa joven me inició en una ceremonia que me robó el té de jazmín para el resto de mis días. No he podido volver a probarlo en el temor de mancillar esa tarde que bien puedo revivir en mi memoria. Nunca más si no es ahí, en aquella desconcertante ciudad que rindiéndose al mundo ha dejado de existir como yo la conocí y de la que pude secuestrar a tiempo uno de sus últimos secretos.

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Fotografía: Shutterstock

53 comentarios:

SeaSirens dijo...

Mau, me ha parecido un texto precioso y, más aún, por su realidad y sinceridad.
Me has hecho sumergirme en esos hutongs de Pekín, en el bullicio, los aromas a te y la misma paz que ello, en un momento de tu trayecto, de confirió.
Ha sido hermoso como has descrito a la delicada y bellísima oriental, en sus actos y ademanes, junto a una cultura totalmente descnocida para muchos, sobretodo para occidentales.

Ese recuerdo que te embraga es algo que seguro evocarás toda tu vida y, por ello, quizá tampoco quieras ya, tomar uno de jazmín si no es de esa forma y con ella...
Realmente bello y delicado tu paso por esa ciudad.
La vida da muchas vueltas. Nunca sabes si al volver, podrías encntrártela.
Quiero ir Mau, quiero ir ya!

Un abrazo y aroma de jazmín!

jess dijo...

Mmm bueno, dejando de lado mi nulo conocimiento de la cultura asiática, y mi gran curiosidad por saber lo que significa "Dazhalan Jie", me quedé con una sonrisa en mi rostro porque .. en efecto, cuando probamos o sentimos algo sublime, lo inmortalizamos y renunciamos a volver a asimilar algo parecido, so pena de ultrajar el dulce recuerdo con un dulce sabor.... a jazmín.

Besos sucios capitán!

Ivanius dijo...

Bello retrato de musa. Traicionero además para el lector, que no pudo evitar fugarse hacia una escena parecida.

Por último, muy "oriental desde occidente" el efecto y la decisión de renunciar a algo único con la esperanza de volverlo eterno. Gracias.

marichuy dijo...

Mau

A veces es mejor mantener esos instantes únicos, así, como un suceso congelado en el tiempo; no pocas veces, al quererlos revivir, buscarles continuación, ya no resultan igual de maravillosos… el momento y todo lo que confluyó en aquella primera vez, ya no existe, ha cambiado (incluidos nosotros).

Me acordé de una cita (en realidad nada que ver, pero tu relato me la trajo de vuelta) atribuida a Marcel Proust que dice más o menos así: "nuestros sueños se cumplen, pero se cumplen demasiado tarde, cuando ya se ha ido de nosotros la pasión que nos hizo engendrarlos y la ingenuidad que nos llevó a confundirlos con el sentido mismo de nuestra existencia"

Un beso

Jo dijo...

es la vocación de resguardar algo que se vuelve sin pretenderlo pero al final se convierte en algo sagrado

es un sabor, un olor, es el recuerdo bien guardado y celoso por mucho tiempo pues implica que cada que lo invoquemos puede que resulte igual de mágico que la primera vez

(me acordé de shangai lleno de faroles y colores)

Miguel Ángel Fraga dijo...

Con esta crónica he comenzado a descubrir el sútil arte de la ceremonia del té de la cual he escuchado hablar muchas veces pero nunca he sentido la curiosidad de vivirla. Tanto así, que a veces voy de Peregruyo por el mundo. En una reunión a la que me convidó un amigo que quería halagar a sus huéspedes asiáticos, sólo a mí se me ocurrió preguntar por el café.

la MaLquEridA dijo...

Sin más que decir solo te digo ¨chido¨, te dará risa al saber como es que leí tu escrito.

Abrazos muy chidos,je!


Y con la mente despejada, como siempre hago...regresaré.

mariposasalvuelo dijo...

Confieso, que es el primer escrito con fondo Oriental que me ha gustado.
La magia de los rituales, lleva de la mano a los orígenes, que es en donde habitan los significados. Cuando alguien logra "ese momento" es, me imagino, como cuando los santos tenían la gloria de esos instantes de iluminación y entonces, era cuando se abría la parte superior de la cabeza y recibían(al espíritu santo), que no es otra cosa para mí, que la perfecta conjunción del espíritu, la parte emocional y esa parte intelectual(inteligencia), hacen "Click" y viene el "boom". La mágia del rito. Y se llega al EXTASIS.
Efectivamente, difícilmente creo que puedas volver a vivir esta experiencia maravillosa, a menos claro que en lugar de té de Jazmín, lo intentes con tepache u alguna otra cosa, jejeje. Y aún así, sería algo totalmente distinto.
Me gustó mucho de principio a fin, porque nunca había pdido terminar un relato que mezclara lo Oriental.
Un abrazo y mi reconocimiento.

el7palabras dijo...

Vengaaaa don Mau.
Ya veo porqué le gusta Katmandú.
O cómo.

Me fascina cuando la gente dice tanto sin decir nada explícito. Es usté un mago, Mr. Venom.
Saludos

Nadia dijo...

Ay, la magia de los sabores y los olores que nos transportan en el tiempo, la comunicación sin palabras, los recuerdos: me ha gustado tu relato. ¡Saludos! =)

Anónimo dijo...

El sabor de un recuerdo lleva mi nombre.

Mira que apuntada soy, eh!


=0D


Besotes


Me encanto... lo sabes.

Jo dijo...

Sonia acaba de hacer un slogan :)

Mara Jiménez dijo...

¿Sabes que es lo que más me gusta' Que a través del realto has logrado plasmar ese espiritu de parante "sencillez" que plaga al mundo oriental, y en el cual los occidentales solemos aparecer torpes e incongruentes. Es una descripción puntual y llena de emoción d eun momento transformador, donde todos sus elementos paracen puestos por la mano divina d eun director de cine, y sin embargo es una decsripción de vida. La capacidad de asombro y la entrega del narradaor es la nos lleva al mismo estado de éxtasis.
Excelente, Mau... de verdad.
Beso.

MauVenom dijo...

Sirena

Las cosas que me dio el Beijing de aquel momento sé que son irrepetibles, efectivamente un reto para cualquier occidental que se siente disminuido ante el rito y la profundidad

dudo mucho que se vuelva a repetir pero no me importaría si no sucediera, lo que me llevé es justamente lo que necesito

quizá vuelva algún día pero será otra cosa

gracias por tus amables palabras y me alegro que haya podido transmitir un poco la sensación de aquel lugar.

Besos

MauVenom dijo...

Jess

Dazhalan Jie quiere decir algo así como "Rivera de San Cosme" en chino

Jajajajaj... no no es cierto, pero igual todo el mundo te vende cosas

Jie quiere decir calle

Dajie quiere decir avenida

Dazhalan es el nombre que si tiene una traducción no la sé como mil cosas más que te dejan en duda para siempre.

Es cierto lo que cuento aquí, cada vez que he tenido oportunidad de probar Jazmín de nuevo no he podido hacerlo en recuerdo de aquel día. Veremos en el futuro.

Besos sucios.

MauVenom dijo...

Iván

no me había percatado de eso y tienes razón, muy oriental el renunciar a algo para siempre como homenaje y ansia de inmortalidad

claro que los "para siempres" de occidente son de juguete así es que veremos

me quedo con la duda de cuál será el recuerdo que éste lector no pudo evitar con este relatillo.

Un abrazo, gracias.

MauVenom dijo...

Mari

Estoy de acuerdo y menos mal estuve consciente en ese momento cuando decidí no volver al lugar

pocas veces las cosas parecen perfectas, cuando nos damos la vuelta es mejor dejarlas así

en cuanto a lo del buen Marcel tengo que decir que en esta ocasión tuve la suerte de que se cumplieran a tiempo, todavía había mucha pasión (que no ingenuidad) pero sé que en el futuro todo sería distinto

muy sabio lo que dices... somos nosotros los primeros que hemos cambiado para cuando encontramos el futuro.

Besos

MauVenom dijo...

Jo, my Jo, forever Jo

No creerías lo bien que puedo revivir el sabor de aquella vez

eso irremediablemente me lleva al recuerdo completo y me regresa por momentos la satisfacción y felicidad que sentí en aquella mesa ahí sentado

por eso no he podido probarlo de nuevo.

He tenido la gran fortuna de pisar ese país 3 veces y aún me debo Shanghai... a ver, a ver... porque las cosas han cambiado mucho en nuestras vidas.

Besos de Dragón

MauVenom dijo...

Mi querido Misuangelo

con toda mi pompa y circunstancia (derechos a Edward Elgar)... tengo que ser profundamente honesto y decirte que yo también soy hijo de occidente

y que el café es el motor de mis días

y con toda la tradición y el agradecimiento eterno, si tuviera que elegir un día (por favor no me hagan eso)... el ganador sería el buen, maravilloso, tonificante y siempre presente café cargado, muy, muy cargado

aún así, "al país que fueres (después de un café), haz lo que vieres"

Abrazote

MauVenom dijo...

Malque

pues cuenta bien, nomás dejas pistas.

"Chido" es una palabra bajo registro internacional cuyos derechos me pertenecen... a la tercera vez que la uses me deben regalías. Cuidado.

MauVenom dijo...

Mariposa

Oriente te da dos opciones, o lo odias o lo amas obsesivamente pero no hay en medios

para mí fue obsesión desde niño y tú no sabes las cosas de mi vida que hice y cambié para poder darme el lujo de recorrer ese continente de arriba a abajo

me alegro, lo volvería a hacer, no hay para un occidental mayor lección de entendimiento que esa

no volverá a suceder, no así, me quedo con eso.

En estos días, lo mio, lo mio... es la manzanilla.

Je.

Besos

MauVenom dijo...

Mr 7 palabrotas


gusto de verlo, harto.

Katmandú es otra historia... una gran historia... pero sí, van de la mano para este tarugo globe trotter... de esa hablaré el día en que junte valor

eso de mago se lo agradezco mucho, efectivamente tengo el poder de desaparecerlo todo, jaja... espero que no la intención de este texto

Un abrazo fuerte pa' usted.

MauVenom dijo...

Nadia

no entiendo como es que logramos revivir los sabores en la memoria

y los aromas

puedo todavía recordar cosas que probé cuando tenía 4 años, te lo juro, no digas olores por los que puedo recordar gente que se ha ido hace muchos años ya.

Gracias por venir a leer, que gusto verte aquí. Que no sea la última vez.

MauVenom dijo...

Sonia

Cierto, no lo había pensado... tu segundo nombre es Té.

Je

Sonia Té de Jazmín.

Besotes

Y no, no lo sé si no me lo dices.

Más besotes (soy re mandilón).

MauVenom dijo...

Jo

cierto

el sabor de un recuerdo también lleva mi nombre

café... AMARGO, AMARGO, AMARGO.

JAJAJAJAJAJA

Besos sin azúcar

MauVenom dijo...

Niña Jiménez usted me sonroja

resulta que sueles ser la única que comenta cosas específicas que son las razones de mis textos

como esto que dices ahora y que en algún momento me fue importante al escribir, la torpeza y la poca preparación que siente un occidental ante las cosas más sencillas que se viven a diario en ese continente.

Es justamente así, como una pequeña película, entre la magia auténtica y la idealización de los recuerdos se formó un pequeño guión de final melancólico pero feliz

los gringos me han echado a perder irremediablemente ahora que lo pienso, jaja.

agradezco mucho tu amable juicio y generoso comentario.

Besos

(No he podido parar de reír en 3 días 'cause you know what).

la MaLquEridA dijo...

¡Chido!
¿Te pago con besos?.
Va...

Anónimo dijo...

condenadamente interesante este blog, volveré..

el7palabras dijo...

Usted nunca dice las cosas porque sí.
en efecto, soy el siete palabrotas.

Y pensar que tengo ancestros mochos en Jalisco. ¿Será acaso por eso que soy tan malescrito?

Tal vez.
Le devuelvo el abrazo.
Y otra cosa: ¿usted de casualidad no es mind-reader? me vendría bien uno ahora mismo.

MeLyCaOs dijo...

"Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta.
Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande.
Y eso que las he tenido de muchas clases.
Sí, podría contar mi vida uniendo casualidades"


"Los amantes del Círculo Polar", J.Médem

Besoto(Te)

Pelusa dijo...

Don Mau:

¿Tengo que decirte todos los recuerdos que me has traído a la piel? Tuve una experiencia semejante en la esquina mas concurrida de Asakusa: miles de japoneses y extranjeros, un olor que no pude dejar de seguir, una tiendita llena de humo –estaban ahumando te-, y un privado al final solo para mi… Pero seria incapaz de contarlo con la magia que tu lo has hecho.
Me dejas con el alma anhelando ese continente querido.
Besos, Mau, y gracias por un viaje encantador.
(Tengo que enviarte algo por correo. )

Anónimo dijo...

no romper el recuerdo de ese momento lo ha inmortalizado en tu memoria, esos son eventos en nuestras vidas que aunque no se repitan quedaran grabados como tatuajes en nuestros recuerdos...
una experiencia muy placentera y exquisita, gracias por compartirla con esa sencillez
mil abrazos
=D

Canalla dijo...

Siéntete afortunado, pero tú ya lo sabes, ¿verdad?. Porque renunciaste a la improbable repetición de un instante para perpetuarlo en la memoria. Otros, sin haberlo vivido, ya no querremos hacerlo si no es ahí, en Dazhalan Jie. Un abrazo.

JP dijo...

-- que magnifico homenaje a los sabores, los olores y el misterio de oriente que a nuestros ojos pareciera sencilla y cruda, y eso es, la magia siempre pasa por los trucos mas sencillos, muy buen texto!

El gran Gatsby dijo...

Bueno, si me caso en la próxima vida en una de esas tantas que hay por venir, quiero oler ese té y saborearlo en mis papilas gustativas, que entren las imagenes y sortear por alguna calle los secretos que haya que descubrir.

estar ahi... quizá es un artilugio o un buen pretexto para despertar mas de un sentido y darse cuenta que la vida bien vale con todo y bemoles o sacrificios (incluso un viaje de tantas horas je)
si es con ese elemento mágico que devuelve querer revivirlo por una vez

MauVenom dijo...

Malquerida

Buen intento... le voy a decir a Barry.

MauVenom dijo...

Jordim

gusto en conocerte... gracias... esperamos que nos visites de nuevo.

MauVenom dijo...

7 palabrotas

yo tengo también ancestros de escapulario pesado pero véame aquí les salí arriero y demasiado diverso para el gusto decente

ni modo

... fíjes que tengo poderes, así es... pero son medio inútiles. Pero pos le intantamos.

Abrazo segundo.

MauVenom dijo...

Melycaos

no quiero que esto sea mal interpretado... lo cual es muy dificil porque lo que voy a decir es imposible de malinterpretarse pero

la leo y como que me medio cyber enamoro

tienes el poder de la visión del más allá, una mirada perversa que atravieza ciertas cosas... a mí entre ellas

me impresionó usted... otra vez

"Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta.
Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande.
Y eso que las he tenido de muchas clases.
Sí, podría contar mi vida uniendo casualidades"


"Los amantes del Círculo Polar", J.Médem

Besos mexicanos.

MauVenom dijo...

Querida Pelusa

Tú yo tenemos a veces tanto que platicar... conforme leía tu comentario me emocionaba como un loco, en el momento en que leí "Asakusa" me daban ganas de contarte y de interrumpirte y de compartirte y de preguntarte las coincidencias pues también guardo recuerdos de ese lugar

que hoy son un poco tristes pero esa es otra historia y más bien requiere de un mail y no de un post... eso es algo entre amigos nada más...

pero no dejan de ser grandioso recuerdo

me entiendes bien pus compartimos el mismo vicio.

Gracias por tu regalo, me estoy dando el tiempo de disfrutarlo plenamente.

Besotes.

MauVenom dijo...

Anita

gracias a ti por venir a leerme y llevarte un poco de las cosas que voy cargando por la vida

las que uso en momentos en los que necesito volver a arrancar.

Un beso fuerte.

MauVenom dijo...

Canallazo

Sí lo sé, a veces se me olvida pero cuando recuerdo ciertas cosas es que vuelvo a estar consciente

no sirve de mucho pero les comparto mi parte de Dazhalan Jie para que la próxima vez que tomen este té les sepa un poco a relato, a rito

que recuerden mi recuerdo.


Abrazote

MauVenom dijo...

Pato

Gracias por darte una vuelta y leer mi texto

creo que mis palabras son ineficaces para describir esa puesta en escena pero me alivia un poco el ver que al menos algo se refleja

Abrazo fuerte

MauVenom dijo...

Gatsby

Vale la pena, las horas y el enredo

lo vale todo

pero no sé si en las próximas vidas el té siga oliendo igual y se den las horas eternas que se necesitan para el ritual

si no, igual te comparto la memoria.

Abrazo espía

LUMPENPOETA dijo...

Qué maravilloso texto, qué afortunada experiencia. Ahora entiendo tu comentario a mi intento de poema, más bien experimento literario con el I ching. Tengo que ir a China, me urge desde hace años, es un deseo que me aplasta los pasos, quiero ir antes que el capitalismo rampante acabe con los milenios de China y sus saberes. Qué texto Dios mío y qué fragancia se evapora entre la imagen de unas manos y ojos que la perpetúan.

Saludos amigo, te leo y las letras nos acercan.

MauVenom dijo...

Querido Lumpenpo

Cuando yo conocí tuve la suerte de encontrarme con un país todavía desacostumbrado al capitalismo y en el cual un occidental era motivo de curiosidad

ahora, después de los olímpicos y con el gran boom económico me imagino que todo habrá cambiado mucho

pero no dejes de ir cuando puedas hacerlo, las grandes culturas no se dejan vencer por las circunstancias y mantienen sus secretos por algún lado

no sabes como agradezco tu amable comentario

las letras nos acercan, cierto, lo mismo pensé con tu oda de octubre.

Abrazote

Otro lector más que no tiene blog dijo...

Escritor, es su mejor texto.

La humildad la ejercito.

La ignorancia y el resentimiento = mezcla explosiva. Evítenla escribidores.

MauVenom dijo...

Lector s/blog

gracias por su comentario.

la MaLquEridA dijo...

Y algún día, en las pláticas constantes, recordaré que aquí se habló de algo que a primera leída no entendí, pero como toda buena MaLquEridA he regresado a comentar y solo te diré...

Abrazos, que de la forma que he leído tu texto... es solo lo que te puedo decir ó... dar.

ROB dijo...

"el té que sabían desde niño era mi obsesión"

No deja de dar gratas sorpresas Sr.

Saludos.

P.D. sus relatos transportan ...

MauVenom dijo...

Malquerida

pues me quedo igual.

MauVenom dijo...

Sr Trezoo

agradezco como siempre su atención y claro sus generosos comentarios

no deje de venir por favor.

Silvita dijo...

Bello. En la islita recuerdo mi primer té de jazmín. Era como si se deslizara por mis venas despertando, reconfortando mi ser, en aquel árido verano del 94.
Gracias, MauVenom