Son dos guerreros nacidos del amasijo de la sal, el sol y el viento; debe ser por eso que el mayor, lleva el color del mar estampado en los ojos, y la nostalgia del que sabe que lo despedirá pronto, en la expresión de su mirada, también debe ser por eso que es tan alto… pues desde ahí vigila el avistamiento de el vaivén azul; debe de ser también por eso que al otro se le enredaron dos mil caracoles en el pelo, y el viento le ha rizado las pestañas hacia arriba, buscando la dirección de sus rizos interminables, su sonrisa serena, curvada hacia arriba, es como una brisa suave que acaricia la vista.
Mis dos guerreros partieron un día en una aventura que a los oídos de cualquiera sonaría descabellada. Abandonaron la sal, el viento y el sol, por extensiones amarillas, oreadas y de reflejos desérticos. Por polvos de miles de años de historia que encerraban en sus puños, heredada de sus antepasados. El mayor iluminó el dorado de las arenas con su mirada azul; el menor avergonzó a los brillos del tiempo con el reflejo de su sonrisa, y llevó los sonoros acordes de un tambor ancestral, mitad africano, mitad nostálgico e hizo balar a los vientos a su capricho. Sin embargo el destino no había terminado aún de trazar caprichos en las líneas de sus manos, y decidió lanzarlos al cielo nuevamente.
Cambiaron los dorados por los blancos de una nieve persistente y mustios rayos de sol, de esos que prometen primaveras verdes en el hemisferio norte de la parte occidental del planeta donde mis guerreros habitan.
Pues bien, pequeños míos: No sé de cierto si el viaje ha terminado, no sé por cuales parajes vaga su alma de niños en este momento, después de haber visto tanto mundo con tan atentas miradas. No sé qué extrañas lenguas quieran olvidar o cuáles se les antoje aprender para fundirse con la nieve y el concreto que los rodea. Sé de cierto que al pie de su ventana, los curiosos pinos murmuran su nueva presencia, y se congratulan de tenerlos cerca, escuchen atentos cuando sople el viento, para que descifren sus cuchicheos y sus risas, esto les dará fuerzas.
Yo, por mi parte, los he acompañado en su aventura, más modesta y tímida, y sin la valentía que ustedes han demostrado, aprendiendo de su fuerza y entereza. Es por eso que quiero darles un regalo; no estas letras, que no son más que producto de la inspiración que provoca ver a los nuevos guerreros del mundo… no… próximamente, me juego una carta para acercarlos al amor. No puedo dejar de creer que el viaje es más ameno cuando se hace acompañado.
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11 enero 2010
Guerreros en tránsito.
Por Mara Jiménez
...para ustedes, D y A.
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13 comentarios:
Me encantó el relato. Un placer haberlo leído.
Un abrazo.
Si, tienes razon, Mara. Es mucho mas ameno acompañado.
Encantadora tu forma de retratar el hilo con que el destino se complace en llevarlos(nos) de un lado a otro por este mundo de nieves, arenas y sal.
Afortunados ellos de contar con tu maña conspiradora para hacerles mas agradable el viaje.
Besos!
no importa el destino... a veces mas que el viaje en si mismo y tus dos guerreros tejen vìnculos y cariños, y nostalgias y caracolas, relatos, sonrisas y un sin fin de cosas
-- que lleguen lejos en esta batalla que es la vida diaria! saludos marita!
Mara
(En Viaje a Portugal) dice José Saramago que el viaje no termina nunca. El viajero siempre está empezando una nueva aventura.
Y a veces, el viaje también se acompaña, a través de la lectura de una narración como esta.
Besos
Bellísima la ofrenda a sus guerreros, comadre. Que el sol y la luz guíen sus pasos, aún en tiempos como este, y que usté esté siempre a su lado, aportando todo ese cariño. Besísimos helados (más sólo por fuera).
Asomado con deleite a la misiva que, como siempre, es un trazo de afecto a toda prueba, y un atisbo que emociona. Un abrazo "de un su fan de usté"... con frío por fuera.
Hola!!
paseando por algunos blogs encontré el tuyo y me fascinó tu manera de escribir .... Creo que son varios autores?
Bueno de cualquier forma te agrego para seguirte.
Un fuerte abrazo y saludos desde Pachuca Hgo.
me super encantan tus fantasias nena, las haces tan delicadas que constantemente se encuentran en una realidad aparente, tu magica pluma nuevamente me sorprendio!.
un beso!!
un placer leer perlas como este blog. encantada de haber "caído" aquí
La complementación de los hermanos, no podría ser expresada mejor. :)
Aún cuando los caminos se bifurquen, siempre irán juntos.
:')
Saludos Mara!
Me quedo tratando de imaginar (inútilmente, por supuesto) los rostros de tus guerreros D y A
los mares y los desiertos, los ojos y sus sonrisas
pero más su aventura y los motivos que orillan a la gente a dejar atrás para encontrar extraños adelantes
hermoso homenaje, respetuoso y lleno de cariño.
Hoy puedo recordar viajes acompañado... ahora me toca compararlos con los que me ha tocado vivir solo.
Besos
Hola Mara!
que las experiencias nuevas no terminen nunca y que el viaje continue...
y mas cuando los acompañantes son los deseados...
abrazos
=)
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