.
.
13 mayo 2014
Y entonces te diría
cómo es que al regreso
las aves se alborotan
cómo el cielo se quita su ropa de día
y el sol es una canica apenas
en el rincón de la tarde.
Te diría que voy por el universo
del medio día a la medianoche
que los paracaídas se detienen cielo arriba
que miro el espejo cada crepúsculo
aunque el astronómico no de noticia
de astros que asomen el vuelo de tus ojos.
Tengo poemas que dan vuelta por mis dedos
suben al teclado
espantan relojes
te nombran necios
saben de tus diamantes
y gambusinos de tus labios
no quieren el cadalso oscuro de la nada.
Tócame con tu distancia
los pájaros andan sueltos
dejan su acrobacia colgada de una nube
igual que las gaviotas su destreza en el viento de los mares.
Me quedaré en silencio
para saber de tí.
(c) Lumpenpoeta. 2014.
10 febrero 2014
GÉNESIS DE UN VERBO
Es el alba una luciérnaga
la brevedad desnuda en nuestros ojos,
el silencio interrumpido
caen los astros después de la agonía
residuo disperso de dos mundos en fusión
la constancia del inicio,
cae también la noche, aquello que conocimos
y abrazamos como nuestra verdad
la belleza de la ausencia
es el alba el primer aliento
y nos quedan otros territorios,
otros tiempos, otros verbos que conjugar.
03 febrero 2014
Lain.
Por Aparicio.
Me enamoré de
una mujer
que
no usa zapatillas
que no
tiene piernas,
de
mano adolorida.
Me enamoré de una
mujer
que no
le gusta bailar
diecisiete
años
como te voy a
olvidar,
tampoco
le gusta
la
puerta negra.
Me enamoré de
una mujer
clonada con
mis genes
con la
que nunca soñé hacer el amor.
Me enamoré de una mujer
de convers
que cuida tres
perros.
Me enamoré de una mujer
que al final de cuentas
no es
mujer,
es un dios clonado con
mis genes.
Imagen de Internet.
30 enero 2014
Parvada
Y cruzan por el aire bandadas que emigran (...)
(...) Ese dulce paraje que fue nuestro.
José Emilio Pacheco (Colegio Nacional, 27 de enero de 2014)
Entre una Carta y una cita
no trascurre la eternidad
sino sólo días o semanas
Los viajes siempre son perfectos
incluídos los aterrizajes
Las catedrales se visitan,
se atraviesa el sonido del viento y
los paisajes se contemplan
no trascurre la eternidad
sino sólo días o semanas
Los viajes siempre son perfectos
incluídos los aterrizajes
Las catedrales se visitan,
se atraviesa el sonido del viento y
los paisajes se contemplan
23 enero 2014
Te lo debo
Te debo una canción
con cicatrices,
por las raíces
con varices
de mis botas...."
con cicatrices,
por las raíces
con varices
de mis botas...."
Joaquin Sabina
20 enero 2014
Ajenidades
por Ivanius
La poesía no es de mí
ni cuita
ni me agota.
Vengo a decirlo así como lo siento. Intento
que sea un elixir sin que sus ingredientes
exijan alquimismo de altos vuelos.
Es simplemente pista
insisto
de espíritu intimista.
Mis venas son testigo caminante
de un tropel de pueblos y dialectos
que aun sin querer supieron encontrarse.
Rebelde porque vota
por mí
para afirmarme siempre.
Hoy no sé hablar como Babel lo exige
porque quiero entender lo que me digo
y no dejarme engatusar por nadie.
Son tan sólo palabras
de aquí
sistólico estrambóticas.
Sorbo de sílabas, sorbete de silencios
que crean absurdos y verídicas verdades
para atontar hasta lo inatontable.
Sonda sonido, silbido hecho suspiro
(sueño)
afirmación vocal y consonante.
"Ajenidades". Poema de Ivanius. Texto: © Chanchopensante.com Imagen: Vanitas, por N.L. Peschier, tomada de Wikimedia Commons.
"Ajenidades". Poema de Ivanius. Texto: © Chanchopensante.com Imagen: Vanitas, por N.L. Peschier, tomada de Wikimedia Commons.
16 enero 2014
Cuando yo vine a este mundo / Nicolás Guillén
Cuando yo vine a este mundo,
nadie me estaba esperando;
así mi dolor profundo
se me alivia caminando,
pues cuando vine a este mundo,
te digo,
nadie me estaba esperando.
Miro a los hombres nacer,
miro a los hombres pasar;
hay que andar,
hay que mirar para ver,
hay que andar.
Otros lloran, yo me río,
porque la risa es salud:
lanza de mi poderío,
coraza de mi virtud.
Otros lloran, yo me río,
porque la risa es salud.
Camino sobre mis pies,
sin muletas ni bastón,
y mi voz entera es
la voz entera del sol.
Camino sobre mis pies,
sin muletas ni bastón.
Con el alma en carne viva,
abajo, sueño y trabajo;
ya estará el de abajo arriba,
cuando el de arriba esté abajo.
Con el alma en carne viva,
abajo, sueño y trabajo.
Hay gentes que no me quieren,
porque muy humilde soy;
ya verán cómo se mueren,
y que hasta a su entierro voy,
con eso y que no me quieren
porque muy humilde soy.
Miro a los hombres nacer,
miro a los hombres pasar;
hay que andar,
hay que vivir para ver,
hay que andar.
Cuando yo vine a este mundo,
te digo,
nadie me estaba esperando;
así mi dolor profundo,
te digo,
se me alivia caminando,
te digo,
pues cuando vine a este mundo,
te digo,
¡nadie me estaba esperando!
Imagen y texto tomados de internet
07 enero 2014
EL ARTE
El poeta es un fingidor
Fernando
Pessoa
Pausa.
Callar a intervalos,
dejar ir por
pedacitos
la palabra.
¿Dónde encontrar
ese espacio mudo?
Aprender a
leer los silencios,
dejar que la noche
llegue sin ningún
ocaso.
¡Pero esta sed!
Estos labios
resecos,
de grietas hasta el
alma,
de pausas.
Entonces la fe,
tú, a veces luna.
Entonces el agua
brotando
y la vida que se
vierte
sin demora sobre las
manos.
Y esta luz que se
apaga.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)