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10 diciembre 2013

DE UNA VEZ Y PARA SIEMPRE

                                                                           (c) Lumpenpoeta


La noche como un puñado de manzanas luminosas
viene a espantar atardeceres
a bailotear desnuda sobre los tinacos
a meterse
por los cables de la luz
en cada casa
y a reposar sobre los libros
como los recuerdos en mis días.

Imágenes donde eres el personaje de las horas
que se fueron como llega la mañana
y eres el día trajinando con las nubes
cuando llegas en la lluvia con tu lenguaje húmedo.
Sediento pongo un dedo a la intemperie
miro los hoteles que anuncian camas destendidas
y no estás en los besos que se quedan
como gotas en reflejo después de las tormentas.

Entonces
voy al subterráneo
a perder tu nombre en los anuncios
a dejarlo en las escaleras móviles
con los gendarmes
y las estaciones
en los torniquetes del escándalo
y los túneles en fuga.

Pero salgo a las multitudes contigo en la mirada
y encuentro mítines en las calles del conflicto
te miro en los carteles
en las mantas
ropaje clandestino de la vida.

Y cuando suena en los relojes
el comienzo de la tarde
voy a los cines de segunda
a dejarte en las butacas
a estampar tu figura en la pantalla
para que ruede en cada cuadro
a la velocidad del sueño
pero me quedo
en la esquina del insomnio.

Leo un poema a medianoche
me desabrocho la camisa
o tomo un vaso de agua
y subo a la cama a desdoblar abrazos
a caer en otros labios los besos que no te doy
mientras afuera se oyen silbatos
y perros
y gemidos.

Voy al sueño a despertar imágenes
tu
una mano
un túnel
boicoteo el paso de los trenes
camino sobre la orilla de las banquetas
tropiezo
y en el sobresalto
de tu nombre
entra la luna por el cuarto
sin pedir permiso
hasta tu foto.

Y cuando goza la luz de la mañana
el vicio de acariciar la ropa
de los tendederos desvergonzados
vuelvo a los vagones donde hombres
fornican mujeres con los ojos
y redacto la línea de un verso en el trayecto.

Alzo la vista
y te confundo con la novia
que entrega la punta
de la lengua
en otra lengua
entonces arranco el poema de su hoja
y se va con los anuncios
en aeronave de papel
a estrellarse con las letras
a quejarse del maltrato sentimental.

Subo a los peldaños
que me llevan
a los estruendos
y las prisas
tomo el lápiz y furtivo
escribo tu nombre en la pared
como declaración de olvido
de una vez
y para siempre
ante el asombro de una hormiga
que ha perdido
la línea
de su paso
y una araña la observa
inmóvil
y directa.



 (C) LUMPENPOETA

02 diciembre 2013

Una vez al año


por Ivanius

Cuando el suelo cruje sé que vendrán pronto. Es tiempo de volver a contar la leyenda de nuestro origen, la que da sentido a tradiciones que ya eran viejas cuando nuestros abuelos, y los abuelos de nuestros abuelos, no eran siquiera una semilla. Las historias que nos hacen soñar y nos recuerdan quiénes somos. Por una noche, a todos se nos olvida la prisa y nos damos el tiempo para las voces de los mayores.

Siempre estamos cerca, pero el resto del año cada quien se ocupa de sus cosas. Además, en los otros días y las otras noches hay demasiados ruidos en el aire, demasiadas distracciones. Por eso cada quien debe hacer acopio de fuerzas y no ocuparse de los demás.

Mi historia favorita habla de lo que vendrá después. Me gusta pensar que será como dicen: que ungirán mi cuerpo con aceites y mis extremidades brillarán llenas de adornos, que estaré rodeado de fragancias y presencias. Que la admiración no será una competencia, sino un estado, porque cada quien será plenamente lo que está llamado a ser.

Otros dicen que los que llegan en esta noche son los agentes del destino, y que todo lo que hacen está previsto. Que sólo algunos de nosotros, los más jóvenes, nos quedaremos aquí una vez que ellos --los ancianos y los otros-- hayan cumplido su misión. Que así tiene que ser.

Quizás todo son rumores y verdades a medias, palabras en el viento, susurros entre las ramas. Tal vez haya algo después, pero nadie lo imagina ni lo explica, porque no sabe cómo es, o porque no le ha sido posible regresar a contarnos. O tal vez sí, pero no lo hemos reconocido.

Sólo nos queda esperar, y crecer, y multiplicarnos. Ese es el último sentido de las historias: la esperanza. Esa también es la última palabra que escuchamos, una vez al año, de boca de nuestros mayores ahora que somos jóvenes, con la encomienda de transmitirla.

***

Veamos qué hay detrás del número tres: un juego de recámara con base matrimonial, cabecera y dos burós. También un amplio librero y centro de entretenimiento, junto a un hermoso antecomedor de aglomerado con cuatro sillas: todo en madera de pino de primera calidad con acabados tipo caoba y barniz resistente a las rayaduras, junto a una dotación completa de productos de limpieza con aroma a bosque para el cuidado del hogar. Este es el premio principal de hoy, cortesía de Muebles Frondoso.

***

"Mira, papá: ya terminamos de decorar el árbol. ¿Qué te parece?"

***

Esta historia, hace mucho tiempo, fue escrita con lápiz sobre hojas de papel. Y sin usar palillos de dientes.

"Una vez al año". Relato de Ivanius. Texto:  © Chanchopensante.com Imagen tomada de Wikimedia Commons.


29 noviembre 2013

Teoría de conjuntos / Mario Benedetti






Cada cuerpo tiene
su armonía y
su desarmonía.
En algunos casos
la suma de armonías
puede ser casi
empalagosa
En otros
el conjunto
de desarmonías
produce algo mejor
que la belleza.



Imagen y texto tomados de internet



31 octubre 2013

La muerte en cuatro.

Por Aparicio.







1.
Pensándolo bien
nadie ha de ser feliz
dijo el féretro.




2.
El tiempo de los muertos
es el tiempo del agua.




3.
Morir es dejar  a los demás
                              tu
                                 OLVIDO.




4.
Para Pina Pellicer.
Si sólo se muere el cuerpo
el olvido se puede recordar.







Imagen tomada de  internet.

28 octubre 2013

Las Trampas del Deseo

"El Abandono"  1905 Camille Claudel

El deseo, creador de todas las cosas, invade lentamente la habitaciòn, con veinte y tantos años apenas, entre sus cobijas penetra intempestivamente y recorre centimetro a centimetro su cuerpo.   Explora cada uno de sus volùmenes, incipientes curvas y àngulos.

Despierta y yace en su cama, desnuda tal como lo acotó en su carta para él, imaginando que está ahi con ella. Se mira a si misma, no entiende de que está hecha la materia informe que la ha asaltado durante la noche pero la intuye solamente.

No sabe si escapar o dejarse alcanzar. y es por ello que tendrà que desahogarse buscàndole forma a algùn otro pedazo de arcilla o màrmol.  El  deseo ha encontrado a Camille, y ella dàndole forma va.

El deseo no dejarà de perseguirle entre rupturas y reconciliaciones, no podrà dejarle de dar forma hasta en las cosas mas recònditas sumergidas en su atolondrada alma...
Ella sospecha tambièn que el deseo es una experiencia que no se olvida.  Un extraño que a aveces nos persigue y otras veces perseguimos.  Algo que se funde con nosotros y que nos consume a veces tanto, hasta matarnos





24 octubre 2013

DESHABITAR LA AUSENCIA

Soy ausente viajando sobre la tarde
para atrapar el ruido de una nube
cargada de llovizna.

Soy vuelo apenas de un farol
en el quicio de la puerta
para recoger el suspiro de la noche
y dejarlo a tu desvelo.

Soy garra de gato
que quiere estambre de luna
para amarrar el tiempo cuando llegue.

Soy canto de cigarra
antes del invierno para el verano de tus manos.

Soy equilibrista en hilos de sonido
para aprender el misterio del viento
y descifrar su canto en tus deseos.

Soy un puño abierto
atrapando luz de luciérnaga
para el iris de tus ojos.

Soy fuego en mecha de una veladora
para incendiar el tedio en la soledad de tus silencios.

Soy nombre que aprendiste en los toques de tu puerta
para deshabitar la ausencia
y amanecer en tí.



(c) Lumpenpoeta. 2013.

...

21 octubre 2013

Con la "T", del Te de Tranquilidad





"Cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder,
 el mundo conocerá la tranquilidad."

Jimi Hendrix

17 octubre 2013

Antes del espejo


por Ivanius

Cuando era niña recibía elogios, y no carecían de verdad, aunque gran parte de ellos enmascaraban segundas intenciones, especialmente porque era más probable hallar favor ante el rey halagando a su hija. Así descubrió el poder de la belleza, pero también su lado flaco: la vanidad.

Su otro gusto era leer, y no olvidaba nada. Pronto agotó los pocos libros a su alcance y empezó a pedir más, hasta que alguien le habló de ciertos antiguos tomos llenos de moho y secretos en el sótano del castillo. Su avidez por aprender  y cierto don para los idiomas le abrió camino a los conocimientos, y tras la adolescencia finalmente se convirtió en mujer.

Una noche, a punto de quedar dormida, escuchó que alguien entraba a su habitación, y pensó que era alguno de los numerosos sirvientes del palacio, enviado a cuidar el sueño de la princesa, o a entregarle recado de parte de un admirador.

Después sintió una presencia junto a la cama, aunque no tuvo tiempo de abrir los ojos. Eso es todo lo que admite recordar.

Se cree que ocurrió algo terrible, y que la princesa, movida por el dolor, encontró un remedio en el libro de negra alquimia: la receta incluía dos gotas de su sangre, lágrimas y mercurio, con lo cual retocó los bordes del óvalo frente a su cama. El resultado, una vez seco, era imperceptible. Entonces esperó a la noche, mientras repetía un conjuro hecho de voces extrañas.

Cuando el visitante llegó de nuevo, ella se levantó a recibirlo y, extendiendo las manos, lo empujó hacia la pulida superficie, que se lo tragó como una puerta líquida.

El resto de la historia está envuelto en la leyenda de su vanidad, pues sólo se le ve sonreír cuando le pregunta al espejo, cada vez con un verso distinto, quién es la más bella del reino... porque sabe que él está obligado a contestar con la verdad.


"Antes del espejo", relato de Ivanius. Texto: © Chanchopensante.com Imagen: Mujer frente al espejo, por C.W. Eckersberg (1783-1853)  tomada de Wikimedia Commons.

11 octubre 2013

¿Dónde? / Oliverio Girondo






Por Oliverio Girondo




¿Me extravié en la fiebre?
¿Detrás de las sonrisas?
¿Entre los alfileres?
¿En la duda?
¿En el rezo?
¿En medio de la herrumbre?
¿Asombrado a la angustia,
al engaño,
a lo verde?

No estaba junto al llanto,
junto a lo despiadado,
por encima del asco,
adherido a la ausencia,
mezclado a la ceniza,
al horror,
al delirio.

No estaba con mi sombra,
no estaba con mis gestos,
más allá de las normas,
más allá del misterio,
en el fondo del sueño,
del eco,
del olvido.

No estaba.
¡Estoy seguro!
No estaba.
Me he perdido.



23 septiembre 2013

A quien no sobrevivió al naufragio


Algo tiene el mar.
Sus orillas arrojan un destello, 
no el mismo de las tardes soleadas, 
intactas y diáfanas.
Algo que sus aguas pronuncian impasibles,
con la indiferencia de a quien
no le importa el tiempo.
Si al menos nuestros huesos fueran eternos,
podríamos descifrar su lenguaje

y con denuedo resistiríamos al embate de su furia.

19 septiembre 2013

ENTONCES

Las ventanas se cerraron
Quedaron incrustadas en tu piel
Tu mirada  aceituna podrida
Repitió el fin de tu voz…


Viví amando la nada,
                                           ¿Entonces punza el vacío?

Nada existe, vive en mis ojos
Estos que miran los verdes gigantes
De un futuro incierto, de la venida del mar
Hartos de lluvia y de sal.


                                             Las plumas azules

Hieren mi espalda
Gotas de letras  resbalan
Tatuando los huesos de mis vertebras

                                            Libertad empieza a doler

Mis sueños ya no están bajo tus pies
Aprendo en nuevos cielos
El sabor del viento
Derrama paz  en mi garganta


Estas piernas, jadean
cada pétalo del universo
las raíces de mi vientre crecen
                                   ansiosas...



                                         Revolcando mis sudores en cada nube
                                        Tragando la tierra, huella de mis pasos




12 septiembre 2013

Panem nostrum quotidianum



En la esquina de la cama hay una telaraña
donde una mosca - como un fruto seco-
desaparece lentamente entre edredones mortales

La araña la envuelve rápida y profusamente entre sus hilos transparentes,
se soba la pancita y da dos vueltas hacia abajo en su montura
como si trajera un equipo incluido con arnés y vértigo controlado

Se desliza como un patinador profesional, sobre esa seda con gran espíritu campesino,
pareciera bendecir eso que a punto de engullir le ha caido del cielo.


02 septiembre 2013

P. M.



por Ivanius

"¿Madura la tristeza?" Esa fue la pregunta, allá junto a los libros, como a veces se fraguan las ideas.

Urge saberlo, tras de que tantos y tantos textos consagran la decrepitud, el odio y el desprecio, los exabruptos jamás contenidos, los debates que no buscan aprender sino abatir, como si hablar sólo pudiera hacerse por oposición y el otro no fuera partícipe de la misma conversación, de la misma ansia, de la misma búsqueda, sino un objetivo para jugar tiro al blanco.

Sufrir como inseparable gemelo para la dignidad. ¿Es posible, cuando lo indigno es descubrir
—con dolor— que la dignidad parece moneda de cambio, devaluada en la marea de la oferta y la demanda? "No te preocupes: si sabes escribir de lo que sufres, y lo haces bien, tal vez hasta logres un best-seller."

¡Qué imagen! Revestirse de tristeza para sobrellevarla, caer por impulso propio al suelo: no buscando aprender de la caída, sino atormentarse. Sanar por sobredosis.

Todo el bullicio mental se convierte en arruga que el café
—amargo y sin cortar— disimula. Luego el hombre al final de la barra deja junto a la servilleta, húmeda de tinta, el importe exacto del cruasán con exprés, y desaparece con el sol como su sombra.

"P. M.", relato de Ivanius. Texto: © Chanchopensante.com Imagen: Fallen leaves, tomada de Wikimedia Commons.

22 agosto 2013

Nocturno mar / Xavier Villaurrutia








Por Xavier Villaurrutia


Ni tu silencio, duro cristal de roca, 
ni el frío de la mano queme tiendes,
ni tus palabras secas, sin tiempo ni color,
ni mi nombre, ni siquiera mi nombre
que dictas como cifra desnuda de sentido; 

ni la herida profunda, ni la sangre
que mana de sus labios, palpitante,
ni la distancia cada vez más fría
sábana nieve de hospital invierno
tendida entre los dos como la duda;

nada, nada podrá ser más amargo
que el mar que llevo dentro, solo y ciego,
el mar antiguo Edipo que me recorre a tientas
desde todos los siglos,
cuando mi sangre aún no era mi sangre,
cuando mi piel crecía en la piel de otro cuerpo,
cuando alguien respiraba por mí que aún no nacía.

El mar que sube mudo hasta mis labios,
el mar que me satura
con el mortal veneno que no mata
pues prolonga la vida y duele más que el dolor.
El mar que hace un trabajo lento y lento
forjando en la caverna de mi pecho
el puño airado de mi corazón.

Mar sin viento ni cielo,
sin olas, desorientado,
nocturno mar sin espuma en los labios,
nocturno mar sin cólera, conforme
con lamer las paredes que lo mantienen preso
y esclavo que no rompe sus riberas
y ciego que no busca la luz que le robaron
y amante que no quiere sino su desamor.

Mar que arrastra despojos silenciosos,
olvidos olvidados y deseos,
sílabas de recuerdos y rencores,
ahogados sueños de recién nacidos,
perfiles y perfumes mutilados,
fibras de luz y náufragos cabellos.

Nocturno mar amargo
que circula en estrechos corredores 
de corales arterias y raíces
y venas medusas capilares.

Mar que teje en la sombra su tejido flotante,
con azules agujas ensartadas
con hilos y nervios y tensos cordones.

Nocturno mar amargo
que humedece mi lengua con su lenta saliva,
que hace crecer mis uñas con la fuerza 
de su marca oscura.

Mi oreja sigue su rumor secreto,
oigo crecer sus rocas y sus plantas
que alargan más y más sus labios dedos.





Texto obtenido de Los Poetas
Imágen tomada de Internet



08 agosto 2013

Querido:

Querido:                    


Extraño cocinar desnuda frente a ti, sentir tu mirada que me seguía en cada movimiento, tu aroma de mueble viejo y esa maldad tan tuya que me hacía derretirme en cada beso.

Seguro pensaras que no paro de quejarme, y tendrás razón no en vano has tenido el placer de jugar con mi vida a tu antojo, de acostarme bajo tus costillas cada vez que tenías ganas de saborear mi cuerpo, como extraño ese tiempo en que mis rotundos no eran eternos sí que murmuraba en tu oído cada vez que apretabas mis caderas contra ti.

Recuerdo las tardes calurosas en que corríamos a casa a revolcarnos entre las sabanas, muriéndonos de calor y apenas jadeando de tan asfixiados que quedábamos, de tan felices al obtener el placer de poseernos.

Tengo tantas preguntas, sé que donde te encuentras, estas lo más seguro, y espero que cuando leas esta carta te de la misma urgencia de querer estar juntos, pues como te lo he dicho, estas piernas solo se abren ante ti.
¿Por qué  carajos tardas tanto?  



Con deseo V.


05 agosto 2013

Para Viridiana


Por Aparicio.




Para Viridiana yescas.
I.
Me canso de los tranvías
de los urbanos
con su repelente humo
                       de habano
me aburro de vivir,
ser aparentemente normal
sin tener valor de decir
que  mi esófago es  mutante
o contarle al  mundo
de aquella ruptura
de mi cubito y radio 
de  la  infancia
o de aquella  manía 
por el porno argentino.
Me canso de los lunes
y odio  los domingos
aunque son días de sol. 








Imagen tomada de Internet.


31 julio 2013

Perfume de Gardenias

Fotografia de Phillip Toledano
http://www.dayswithmyfather.com/#/thumbnails


El pensaba que las leyes de la física no existían en su jardín. Quizá ese fué su primer error. Pretendía regar cada flor con el mayor esmero como si fueran únicas.

Amaba a todas las flores, a todas por igual. Adoraba escuchar lo que la nauraleza le brindaba, darles luz, recibir su oxigeno, mantenerlas con vida.
Hasta que un día no se sabe si la naturaleza o la física le golpearon la cara,  demostrandole que ese jardín era demasiado grande, no podía controlarlo todo, las distancias que ya había abarcado con el paso del tiempo, eran demasiado extensas, incluso para alguien con energías como él que amaba la vida sana y no la sedentaria.  El agua pronto dejó de ser suficiente para abastecerlas a todas y el se había empeñado en abarcarlo todo.

Hoy en ese Jardín hay flores marchitas, de las que sólo se recuerda la hermosura que poseían, las flores se van marchitando aunque no pensaba dejarlas morir.   Dias si, y dias no le contaban secretos que cada una albergaba pero con los años pronto se resignó a solo admirarlas, a ver de lejos como fueron perdiendo su color y brillo, pues el fue perdiendo fuerza también.   Cuando llegaba el verano la mayor preocupación en todos los años que siguieron fué si llegarían vivas al otoño, más que el mismo porque según sus palabras no hay nada mas bonito en el mundo y en esta vida que llegar a conocer a la primavera.
al menos, en esa época después de verla, se quedó dormido quedando solo el aroma de las flores que tanto cuidó.

26 julio 2013

Chulada de Vieja!

Por Sonix
 
 
 

Iztaccíhuatl

"¿Duermes?, Princesa abandonada y fría.
Cihuapilli amada, corazón de la montaña
en la soledad glacial del vendaval y el aguacero.
Te enterraron en la cúspide de fuego y la ceniza
y te bañaron con el temporal de la harina y la blancura.
¿Duermes?, Princesa inmóvil y afligida."
Salvador Pliego


22 julio 2013

Anatomía de una sonrisa


por Ivanius 

Hay un problema cuando sonrío que siempre rompe el silencio. Ni siquiera el cansancio de mi cuerpo sabe acallar el rumor (de mi vida interior) con que digiero los momentos.

La alegría se agazapa y devora el espacio. Un instante antes, mera insinuación; al siguiente parece haber estado siempre allí (y para siempre). Le basta una sola comisura de dos labios para, como dice la conseja, nacer, crecer y reproducirse. Por eso, aunque no la descubran, es inmortal.

No teme a las arrugas, porque la acompañan y la envuelven. Sin ellas no existe: el falso declive de una boca tiesa denuncia retoque y cirugía más que gozo. En cambio, las arrugas aglomeradas proclaman, como el rayo hace con el trueno, la inminente aparición de carcajadas.

Lo único que quizás lamento son los ojos pequeños, porque captar allí el aviso es difícil. Sin embargo, arriba del ceño puede brotar magia, aunque no tan célebre como una cicatriz de rayo ni de tanto caché como punzada de bótox. El látigo en la frente también sirve de heraldo, a pesar de que su aparición suela delatar otros pensamientos en formación o en fuga.

Aun así lo aseguro: el ceño fruncido es una sonrisa que ensaya volteretas.

"Anatomía de una sonrisa", Relato de Ivanius. Texto: © Chanchopensante.com Imagen: "Falstaff", por Eduard von Grützner (1846-1925), en Wikimedia Commons.

11 julio 2013

En el Interior del Cielo / Nezahualcóyotl








Sólo allá en el interior del cielo
Tú inventas tu palabra,
¡Dador de la vida!
¿Qué determinarás?
¿Tendrás fastidio aquí?
¿Ocultarás tu fama y tu gloria en la tierra?
¿Qué determinarás?
Nadie puede ser amigo
Del Dador de la vida…
Amigos, águilas, tigres,
¿a dónde en verdad iremos?
Mal hacemos las cosas, oh amigo.
Por ello no así te aflijas,
Eso nos enferma, nos causa la muerte.
Esforzáos, todos tendremos que ir
A la región del misterio.




Material obtenido de Los poetas
Imagen de la Web

01 julio 2013

Rumieta y Juleo



De un brinco trepó a lo más alto del ramaje, de aquél barandal
se sostuvo majestuoso manteniendo el equilibrio.
Se liberó del antifaz y también de la desidia

Se acomodó junto en una de las sillas con firmeza y prefirió ver pasar el mundo
con sus narices juntas, mientras que con una lamida le hizo entender que era ella  a quien quería.

27 junio 2013

TE FUÍSTE AL SILENCIO






 






TE FUISTE AL SILENCIO
a envolver la oscuridad
ciego amanecí
mientras el reloj colgaba las horas
en el cadalso del vacío.
Uno a uno serán epitafio
los poemas que fueron tuyos
habré muerto a razón de olvido
porque nací en la distancia
con el nombre oculto
sobre el camino de las hormigas
y a la noche de tu voz.

(C) LUMPENPOETA/2013.
...

26 junio 2013

Y yo.... busco mi rosa





“Conozco un planeta en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo, como tú: “¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!”, lo que le hace hincharse de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!.”

21 junio 2013

Después de las raíces


Nadie supo decirme exactamente de dónde vengo, y no creo en el silencio.

Estoy seguro de que me ocultan algo más, pero tampoco sé por qué tengo esa certeza.

Creen que no preguntaré porque estoy inmóvil.

Aunque no recuerdo cómo empezó todo, sé que soy distinto ahora.

El pasado no puede ser un sueño, y no tiene por qué ser imaginario.

Cada uno de los que me rodean guarda sus propias palabras.

Así ha sido siempre. El tiempo y el viento me enseñan.

No entiendo a la semilla. No puedo verla.

Pero estoy todo en ella.

***

Escribir (y mirar) requiere ganas. No por inexplicable debe ser menos preciso, pues lo mal dicho no lo lee casi nadie, menos aún lo repite; peor aún lo mal visto. Y si hay algo de verdad en la artesanía de estos oficios es que, querámoslo o no, todos tenemos en mente alguna palabra ajena, o más bien todas nuestras palabras son ajenas hasta que empezamos a jugar con ellas y se sostienen por sí mismas.

Mi mamá me mima (a todo dar). Papá fuma su pipa (aunque el tabaco se vea menos chic que otros ingredientes). Dábale arroz a la zorra el abad (pero nadie dice qué le dio ella a cambio).

Las frases de ensayo sirven porque sólo tras ellas pueden llegar algunas que pretenden volverse inmortales. O por lo menos salir del borrador. Si no, llámenme Ismael, yo sé lo que no digo. Así es la escribidera (y las imágenes también): aunque después de gritar ¡Tom! no responda nadie, queda claro que por allí anda la tía Polly, ese primer público fuera de uno mismo, en algún lugar de la ancha literatura.

***

Hace cuatro años, varias voces y miradas llegaron a habitar un espacio.

Hoy --digámoslo como sea-- el tramo andado es igual y diferente.


En el más acá, los del oficio sin aparente beneficio. Después, en ese inexplicable más allá, los testigos: comentantes, lectores y visitantes.

Gracias a todos ellos, esta cazuela de voces y miradas se renueva siempre.

Antes cauce, hoy quizás surco. El viento de electrón (y el tiempo) dispersaron la cosecha.

Sin embargo, se mueve.

30 mayo 2013

Entredichos.




Por Aparicio.



para Citlallic Rosales Diaz.

Sabías que los camiones
tienen tortugas para frenar,
arañas para que giren sus llantas
y mariposas para sostenerlas.
Sabías que los patos hacen el amor
bajo el agua
y que existe el pez mariposa.
¿Lo puedes imaginar?
Tortugas deteniendo la aceleración
de un camión
y arañas mareadas de  tanto girar.

¿Puedes ver las mariposas
sosteniendo con sus lenguas
la circunferencia radial?
¿Sabías que el sueño de una bruja
no es volar?