Siempre he querido tener una casa de campo... sería totalmente mexicana... con sus colores intensos, sus flores que todo lo invaden y los olores inconfundibles.
Dicen que México no es un buen país para vivir. Y sin embargo un recuerdo puede expresar un sabor a hogar. A México llegas a odiarlo o llegas a amarlo.
Comer en provincia y probar unos ricos frijoles hechos en olla de barro calentados en leña; acompañados de queso de cabra, una carne asada y una sabrosa salsa de molcajete. Todo con sus respectivas tortillas hechas a mano.
Uno llega a amar la comida mexicana. Uno llega a amar la música mexicana al calor de un tequila. Entonces, cuando uno llega a enamorarse en suelo mexicano a uno le vale madres vivir en el país más peligroso del mundo.
4 comentarios:
'Pintoresco' diría algún periodista sin su diccionario a mano...
Saludos
J.
Siempre he querido tener una casa de campo... sería totalmente mexicana... con sus colores intensos, sus flores que todo lo invaden y los olores inconfundibles.
Tu foto hasta hambre me dio.
Besos
[La retirada]
Dicen que México no es un buen país para vivir. Y sin embargo un recuerdo puede expresar un sabor a hogar. A México llegas a odiarlo o llegas a amarlo.
Comer en provincia y probar unos ricos frijoles hechos en olla de barro calentados en leña; acompañados de queso de cabra, una carne asada y una sabrosa salsa de molcajete. Todo con sus respectivas tortillas hechas a mano.
Uno llega a amar la comida mexicana. Uno llega a amar la música mexicana al calor de un tequila. Entonces, cuando uno llega a enamorarse en suelo mexicano a uno le vale madres vivir en el país más peligroso del mundo.
[ Cuando sale la luna]
Nada como disfrutar una buena comida mexicana en un ambiente como el que has capturado.
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